El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha certificado este jueves que la economía española aceleró su recuperación en el primer trimestre del año al registrar un crecimiento del PIB del 0,4%, dos décimas superior al logrado en el último trimestre de 2013 (0,2%), según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada por el organismo estadístico.
En tasa interanual, la economía española creció una décima menos de lo avanzado inicialmente por el INE, un 0,5%, su primera tasa positiva tras diez trimestres consecutivos en negativo.
El consumo de los hogares mostró en el primer trimestre del año un crecimiento trimestral del 0,4%, inferior en una décima al del trimestre anterior (0,5%) y ya suma cuatro trimestres consecutivos en positivo. No obstante, fue el gasto de las administraciones públicas el que registró el mayor avance trimestral, un 4,4%, tras el retroceso del 3,9% experimentado en el último trimestre de 2013.
La inversión, por su lado, se contrajo un 0,6% respecto al trimestre anterior, sobre todo por el descenso de la inversión en construcción (-3,3% frente al -0,1% del trimestre anterior). No obstante, la inversión en bienes de equipo creció un 2,4%, acelerando el avance del trimestre anterior, que fue del 1,7%.
Tras tres trimestres en positivo, las exportaciones entraron en negativo en el primer trimestre del año, al registrar una contracción del 0,4%, frente a un crecimiento de las importaciones del 1,5%, que contrasta con el retroceso del 0,6% experimentado en los últimos tres meses de 2013.
Con el alza trimestral del PIB entre enero y marzo, la economía española ya acumula tres trimestres consecutivos de avances. Por su parte, la tasa interanual de la economía española (0,5%) del primer trimestre es siete décimas superior a la del cuarto trimestre de 2013, cuando el PIB registró una contracción del 0,2%.
Demanda interna en positivo
En tasa interanual, la economía española creció en el primer trimestre un 0,5%, su primera tasa positiva tras diez trimestres consecutivos de caídas.
El INE ha explicado que esta aceleración en la variación interanual del PIB es consecuencia de una mayor aportación de la demanda nacional (0,7% frente a -0,6% del trimestre anterior) y de una contribución negativa del sector exterior (pasa de 0,4% a -0,2%). De esta forma, por primera vez en casi cuatro años, la demanda interna entra en positivo y la externa, en negativo.
Los dos principales componentes de la demanda nacional, el gasto en consumo y la inversión, presentaron en el primer trimestre del año mayores variaciones anuales que en el trimestre anterior.
En concreto, el gasto en consumo final de los hogares creció un 1,6% en el primer trimestre del año en tasa interanual, nueva décimas más de lo que lo hizo en el trimestre anterior, gracias a la mejora generalizada de todos sus componentes.
Por su parte, el consumo final de las administraciones públicas descendió un 0,2% en tasa interanual en el primer trimestre del año, tras el retroceso del 3,5% experimentado entre octubre y diciembre, mientras que la formación bruta de capital fijo moderó su caída hasta el 1,1%, frente a la disminución del 1,7% del último trimestre de 2013.
Concretamente, la inversión en bienes de equipo y activos cultivados aceleró más de un punto su crecimiento interanual, hasta el 11,1%, mientras que la inversión en construcción amplió ligeramente su descenso, hasta una tasa interanual del -8,7%. Asimismo, la inversión en activos fijos inmateriales avanzó un 4,1%, casi dos puntos menos que en el último trimestre de 2013.
Exportaciones e importaciones
En el primer trimestre del año pasado, la contribución de la demanda exterior neta (-0,2%) fue inferior a la del trimestre precedente en seis décimas. Las exportaciones de bienes y servicios aceleraron más de cuatro puntos su tasa interanual, desde el 3,7% al 8,1%, mientras que las importaciones crecieron un 9,3%, frente al aumento interanual del 2,7% del trimestre anterior.
Desde la óptica de la oferta, todas las ramas de actividad presentaron hasta marzo un mejor comportamiento interanual que en el último trimestre del año pasado, con excepción de la construcción y las actividades profesionales, que registraron tasas anuales del -8,4% y del 1,2%, respectivamente.
Por su parte, el valor añadido bruto de las ramas industriales creció un 0,7% en el primer trimestre, frente al avance del 0,3% registrado en el trimestre anterior, mientras que los servicios mostraron un crecimiento del 0,8%, tres décimas más, y las ramas primarias aumentaron un 6,8%, acelerando en casi tres puntos el avance del último trimestre del año pasado (4,1%).
55.000 empleos menos
En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció un 0,1% respecto al trimestre anterior, tasa similar a la del trimestre anterior.
En tasa interanual, el empleo moderó su caída en 1,3 puntos, hasta el -0,3%, lo que supone una reducción neta aproximada de 55.000 empleos a tiempo completo en un año.
En el primer trimestre, sólo la construcción mostró un peor comportamiento del empleo que en el último trimestre de 2013, al registrar una caída del 9,1%, superior al -7,8% del trimestre anterior.
Por su parte, la ocupación en los servicios creció un 0,3% interanual tras muchos trimestres en negativo, al igual que el empleo en las ramas primarias, que se disparó un 8,7% después de años mostrando crecimientos interanuales negativos. Asimismo, la industria atemperó dos puntos el recorte de puestos de trabajo, desde el -4,8% del cuarto trimestre del año pasado al -2,8% en el primer trimestre de este año.
Se modera la productividad
Según el organismo estadístico, la menor contracción del empleo ocupado se mantuvo también en el empleo asalariado, que cayó un 0,3% interanual en el primer trimestre, frente al descenso del 1,9% del trimestre anterior. Por su parte, el empleo no asalariado registró una contracción del 0,9%, seis décimas por debajo del periodo octubre-diciembre de 2013.
Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente pasó del 1,5% del último trimestre de 2013 al 0,8%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada se mantuvo en el 0,4%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del 0,8% al -0,3% por el aumento del número de asalariados (del -1,9% al -0,3%) y por el descenso en 2,8 puntos en la remuneración media por asalariado (del 2,7% al -0,1%). Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el -0,9%, tres décimas por debajo del deflactor implícito de la economía (-0,6%).