"La recuperación comenzó en la segunda mitad de 2013 y ganó fuerza en el primer cuarto de este año. La confianza se ha recuperado y está alimentando el consumo privado y la inversión empresarial. La tendencia en el mercado laboral se mantiene al alza. Esperamos que la recuperación continúe en el medio plazo".
Con este optimismo comienzo el cuarto informe de la misión especial del Fondo Monetario Internacional (FMI) en España que se ha publicado este martes. Los enviados de Christine Lagarde se muestran eufóricos ante la evolución de la economía española en los últimos dos años. En un pequeño documento de apenas cuatro folios, apuntan a que el Gobierno ha tomado medidas en la buena dirección y ha conseguido un cambio de tendencia que adelanta muy buenas noticias para los próximos meses.
Por eso, encabezan el informe con un título significativo: "España ha salido del bache" ("Spain has turned the corner"). Pocas veces, en los últimos años un organismo internacional ha dado una valoración tan positiva de la economía española.
El FMI acepta que las dificultades no han terminado y recuerda que tanto los 5,9 millones de parados como los ingresos de las familias ("por debajo del nivel pre-crisis") son un recordatorio constante de que queda mucho por hacer. Sin embargo, en conjunto su análisis supone un respaldo casi sin matices al Gobierno, del que dice que ha tomado "acciones políticas decisivas que están empezando a dar fruto". En concreto, los autores destacan cinco aspectos en los que existen claras señales de recuperación:
- "Decisiones difíciles en impuestos, gasto público y pensiones han reforzado las cuentas públicas españolas y sus sistema de pensiones, mejorando su posición a futuro".
- El programa de reestructuración del sistema financiero "se ha completado con éxito", lo que contribuirá a reforzar la recuperación mediante la mejora de las condiciones de crédito.
- Los costes de financiación del Gobierno están en un nivel récord [por la reducción de los tipos de la deuda pública], lo que impulsará la recuperación.
- La reforma laboral "está ayudando a cambiar la destrucción de empleo por la creación de nuevos puestos de trabajo".
- "Todos estos esfuerzos colectivos han mejorado las perspectivas de creación de empleo y mejora de las condiciones de vida. Sin estos esfuerzos, la recesión todavía continuaría".
Las reformas
A pesar de todos estos halagos, los encargados de realizar el informe no se olvidan de las reformas. Y piden al Gobierno que mantenga "el esfuerzo" para asegurar que la recuperación sea "duradera". En este sentido, proponen cuatro grandes áreas de acción:
- Mejora en la financiación de las empresas: el FMI pide al Gobierno que facilite los procesos de "reestructuración de deuda" del sector privado, especialmente en lo que hace referencia a las empresas (sobre todo pymes). El organismo admite que España tiene una "cultura de pago" muy arraigada, que no debe debilitarse, pero al mismo tiempo pide nuevas medidas para facilitar acuerdos entre las entidades financieras y sus acreedores.
Sus propuestas van en la dirección de aprobar "códigos de conducta" que permitan a las empresas muy endeudadas pero solventes a medio plazo mantenerse a flote refinanciando sus deudas. En este sentido, le piden al Gobierno que ponga también de su parte, facilitando que las deudas con Hacienda también se acojan a este tipo de esquemas.
En lo que hace referencia a los bancos (que al fin y al cabo serán los que presten el dinero o refinancien muchas de estas deudas) el FMI cree que están contrayendo el crédito "más rápido de lo que sería deseable" debido al proceso de incremento de los niveles del capital que han iniciado en los últimos años. El organismo afirma que es bueno "reforzar" el capital, pero pide que se haga "limitando dividendos y bonus y reduciendo costes" antes que restringiendo el crédito a la economía.
- Liberalizaciones: para "mejorar la competitividad" de nuestra economía, el FMI pide "eliminar las barreras que impiden la creación de empresas y limitan su capacidad para operar en todas las regiones españolas". El informe asegura que se han identificado hasta "2.700 barreras regulatorias, la mayoría a nivel autonómico" que deben ser eliminadas. Además, los autores animan a aprobar "una ley ambiciosa de servicios profesionales". Y exigen que se haga sin mayores retrasos y garantizando que no se da "un tratamiento especial a los intereses creados".
- Reforma laboral: el informe cree que es necesario que el mercado laboral español sea "más inclusivo y dinámico". ¿Y esto en qué se traduce? Pues en medidas que ayuden a mejorar las capacidades de los desempleados y sus posibilidades de encontrar un empleo. Los autores apuntan a "un mayor uso de las agencias privadas de colocación, el establecimiento de un portal único de búsqueda de empleo para toda España y la mejora de la formación de los parados".
Además, creen que es necesario un "mejor balance" entre las condiciones de los empleados fijos y temporales (vamos, avanzar hacia una separación menos estricta entre los dos tipos de contrato) para animar a los empresarios a contratar y a invertir en el capital humano de sus empleados.
Para terminar, apuestan por flexibilizar las condiciones que se exigen a las empresas para adaptar los salarios a la situación del mercado. Es decir, que sea más fácil adoptar cambios en las condiciones laborales según las necesidades de cada compañía, algo en lo que ya se avanzó en la última reforma laboral.
- Impuestos: probablemente el apartado más polémico del informe. El FMI cree que hay que mantener la consolidación fiscal para evitar los peligros de una deuda pública que "se está aproximando al 100% del PIB". Por eso, afirma que la próxima reforma es una "oportunidad crítica para conseguir tres objetivos fundamentales": proteger los ingresos públicos, ayudar a crear empleo (especialmente entre los trabajadores de menos nivel formativo) y promover el crecimiento inclusivo.
Para conseguirlo, proponen "subir los impuestos medioambientales y limitar los tipos reducidos del IVA". También apuesta por "incentivar las contrataciones" recortando las cotizaciones sociales para los nuevos empleados (sobre todo los de baja cualificación.
Por último, piden "ampliar la base impositiva a través de la reducción de exenciones y de los tratamientos especiales" que ahora mismo tienen los tributos españoles. Esto último supondría una subida de impuestos en toda regla, puesto que implicaría eliminar deducciones y bonificaciones. Eso sí, el organismo pide que se compense a través de una rebaja en los tipos del Impuesto de Sociedades, aunque sin llegar al 20% del que hablaba el comité de sabios al que el Gobierno encargó el informe sobre la reforma fiscal. En lo que hace referencia al IRPF, el informe dice que hay "menos margen" para recortar los tipos más elevados.
En la rueda de prensa de presentación del informe, el responsable de la misión del FMI en España, James Daniel, ha dicho que en materia impositiva su organismo apuesta por una "devaluación fiscal", aunque no hayan utilizado estos términos en el informe. La idea sería reducir los costes asociados al trabajo (cotizaciones, algo en los impuestos directos, algún mínimo recorte en Sociedades) y a cambio tocar al alza los indirectos: "Estamos a favor de reducir el coste de emplear a los trabajadores menos cualificados. Incrementar los impuestos indirectos [IVA, especiales y medioambientales] es lo menos malo" para el crecimiento económico.
Eso sí, en lo que hace referencia al IVA, el organismo no apuesta por subir los tramos superiores (el tipo general) pero sí por "aumentar el número de artículos del tramo medio y superior y también los tipos preferenciales. Hay que hablar de por qué los ingresos por este impuesto son tan bajos en España".
En este tema, el responsable del FMI para España cree que "hay que aprovechar la reforma fiscal" para hacer que el conjunto del sistema sea más justo. Y apuesta por caminar en la simplificación de la legislación tributaria, con dos objetivos: que se reparta más la carga fiscal y que sea más difícil el fraude.
"La reforma fiscal es una manera de que el sistema se más justo y que todo el mundo pague su parte", ha afirmado Daniel. Para lograrlo apuesta por "eliminar exenciones" y facilitar así que "los que ahora pagan, paguen algo menos". Además, defiende que esto ayudará a ampliar las bases, haciendo más difícil escaparse de Hacienda: "Una forma de ayudar al fraude es complicar los impuestos, poner muchos tramos, muchas exenciones… Cuanto más sencillo sea un impuesto, más fácil será de cumplir".
El papel del BCE
Por último, pero no menos importante, el informe del FMI pide un mayor apoyo por parte de Europa a los países más débiles como España. Ya hace unos días, recomendaba una política de impulso de las importaciones en Alemania, para ayudar al sur de Europa.
Ahora, lo que recomienda es que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga su política de tipos bajos, pero también que ponga en marcha nuevas medidas para reducir la "fragmentación financiera" e incrementar la demanda de las exportaciones españolas, en referencia a una posible devaluación del euro. Igualmente, exige que se avance de forma urgente hacia una mayor unión bancaria.