El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido al Gobierno alemán que adopte medidas que inciten a un mayor crecimiento de la economía germana, al mismo tiempo que apoya la recuperación del conjunto de la eurozona, ya que considera que el país "puede fortalecer su papel como un pilar de la estabilidad de la región".
En la análisis de la economía alemana correspondiente al Artículo IV del FMI, la institución considera que la recuperación ganará impulso y su comportamiento seguirá superando al del resto de la unión monetaria, lo que justifica su papel de pilar de la región. "Las políticas deberían centrarse en elevar el crecimiento en Alemania, mientras al mismo tiempo apoya la recuperación de la eurozona", incide el organismo presidido por Christine Lagarde.
En concreto, apunta que una mayor inversión tanto pública como privada y la reforma del sector servicios aumentarían la producción en el medio plazo, reducirían el elevado y persistente superávit por cuenta corriente y generarían un contagio positivo perceptible en la demanda al resto de la eurozona, "ayudando por tanto a reequilibrar la unión monetaria".
Es decir, la receta del FMI se resume, básicamente, en que los alemanes gasten más dinero tanto en el sector público como en el privado, tirando así de las exportaciones de otros países europeos, especialmente de los más castigados por la crisis.
Así, por ejemplo, entre otras medidas, el Fondo recomienda que Alemania eleve la inversión pública en infraestructuras en un 0,5% del PIB al año durante los próximos cuatro ejercicios. De este modo, la cuantía extra destinada para tal fin pasaría de los 5.000 millones de euros anuales previstos inicialmente por el Gobierno de Angela Merkel a unos 14.000 millones adicionales al año, casi tres veces más.
En un contexto más amplio, la misión del fondo que ha estado en el país estos últimos días ha pedido a Berlín más condiciones monetarias acomodaticias para apoyar la recuperación de toda la región. Asimismo, subraya que los riesgos para la perspectiva alemana están en general "equilibrados".
En cambio, sería negativo para Alemania un "vacilante crecimiento" en el resto de la eurozona, donde la demanda está limitada por la necesidad de ajustes en las cuentas públicas en un contexto de alto desempleo y baja inflación. Además, una fuerte ralentización de los emergentes afectaría a sus exportaciones y un aumento de las tensiones en Ucrania frenaría la inversión, aumentando la incertidumbre y dañando la confianza.
Salario mínimo y edad de jubilación
Por otro lado, el Fondo considera que la propuesta de establecer un salario mínimo en Alemania ayudará a reducir la desigualdad salarial que existe en el país, pero advierte del riesgo de que esta medida, que afectará al 20% de los trabajadores en algunas zonas con alto paro, exacerbe el desempleo en esas regiones. "Aunque los efectos en el empleo de los cambios en la regulación del salario mínimo son difíciles de predecir, podrían materializarse considerables efectos adversos en esas zonas", avisa.
Por ello, insta a la comisión que estudiará esta propuesta a que tenga en cuenta estos efectos y considere adecuadamente los intereses de aquellos que no están bien representados por patronal y sindicatos. Además, cree que se podrían explorar formar alternativas para la redistribución de los ingresos.
Respecto a las medidas para facilitar la jubilación anticipada a los trabajadores con largos periodos de contribución, el Fondo cree que reducirán la participación en el mercado laboral de los más mayores y podrían aumentar la escasez de competencias en algunos sectores.
Asimismo, incide en que adelantar la jubilación aumentaría más unas ya elevadas contribuciones a la Seguridad Social, al mismo tiempo que considera que los incrementos de las pensiones para algunas categorías son "particularmente costosos".