El inversor Barry Rosenstein se ha comprado la casa más cara de los EEUU por la friolera de 174 millones de dólares, 107 millones de euros. La vivienda, propiedad de otro inversor, Christopher Browne, está situada en Nueva York, en la exclusiva zona de veraneo de los ricos estadounidenses conocida como los Hamptons.
A la mansión no le falta ningún detalle. La propiedad se ha levantado frente a la playa, cuenta con una finca de 72.000 metros cuadrados, varios jardines y un estanque.
Según informa el diario New York Post, esta vivienda era "la casa de los sueños" de Browne y su novio, el arquitecto Andrew Gordon. El financiero murió de un ataque al corazón a los 62 años en diciembre de 2009 y le dejó parte de su patrimonio a Gordon, quien vivió allí hasta su muerte el pasado otoño. Han sido los familiares de Browne los que han llevado a cabo la venta.
La venta supera el récord de 120 millones de dólares de una operación de compra de una vivienda en el estado de Connecticut. El área de los Hamptons es territorio habitual de famosos y multimillonarios, que ocupan las enormes mansiones situadas en esta zona costera cercana a la ciudad de Nueva York. Rosenstein tendrá como vecinos, entre otros, al cómico Jerry Seinfeld y al marchante de arte Larry Gagosian.