El diario The Wall Street Journal ha advertido al Gobierno de España de la necesidad de que ponga en marcha "reformas reales" para impulsar el crecimiento y la inversión en el país y no volver una economía de "crédito barato y consumo".
"El país pasó años dándose el gusto del crédito barato y el consumo, mientras la productividad subyacente permanecía estancada. Más de lo mismo ahora podría favorecer temporalmente a los datos del PIB, pero una prosperidad real necesita reformas reales para impulsar la inversión y el crecimiento", avisa.
En un artículo de opinión titulado La recuperación de Rajoy, el diario considera una "buena noticia" que la economía española registrara en el primer trimestre de 2014 su mayor crecimiento en seis años, según adelantó el Banco de España, aunque añadió que este será de sólo un 0,4% respecto al cuarto trimestre de 2013 y de cinco décimas en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En su opinión, un análisis de cerca de la economía española ofrece "menos motivos para el optimismo" del que sugieren los diferenciales de la deuda española.
En concreto, subraya que, según el Banco de España, el "magro" crecimiento del primer trimestre se basa en pequeños incrementos de la demanda doméstica y el consumo privado, junto con una "moderada subida del gasto del Gobierno y la inversión pública".
Asimismo, recalcó que el Ejecutivo revisó a la baja sus últimas cifras de desempleo, situando la tasa de paro en el cuarto trimestre de 2013 en el 25,7%, en vez de en el 26% estimado inicialmente, por la nueva formula para calcular el número de desempleados.
Por otro lado, destaca la caída de las exportaciones del 0,6%, que podría apoyar la idea de que la fortaleza del euro daña la competitividad del Sur de Europa, pero añade que este argumento es menos convincente cuando se ve que las importaciones han caído un 1,2%.
Fortaleza del euro
En este sentido, advirtió de que cualquier esfuerzo para hacer bajar la cotización del euro no hará nada por mejorar la productividad subyacente de sus economías, pero "recortará el poder de compra de los consumidores cuando los españoles difícilmente pueden permitírselo".
"Rajoy puede pensar que el futuro económico de España recae en las manos de Draghi, pero el presidente no está contribuyendo a impulsar la competitividad económica del país", subraya.
Así, señala que ahora es "un poco más fácil y más barato" despedir a los trabajadores improductivos en España que cuando él llegó al poder en 2011. Sin embargo, agrega que los empleados aún tienen garantizados 15 días libres por matrimonio y "otras golosinas caras".
"Esto explica por qué el suave repunte de la contratación ha sido principalmente para empleos a corto plazo y jornada parcial, según dice el Banco de España", argumenta.
Asimismo, subraya que, mientras Rajoy promete recortar el coste de montar un negocio, las empresas españolas dedican un total del 58,6% de sus beneficios a pagar impuestos, según el Banco Mundial, y el tiempo necesario para poner en marcha un negocio es el doble que la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
"Estas son las realidades que hace que las empresas sigan reacias a invertir y contratar en España", agrega.