La construcción vive una nueva revolución. Tras las casas de hormigón, estructuradas basándose en la superposición de bloques independientes, permitiendo construir viviendas en un menor tiempo, llegan las casas impresas en 3D. Por increíble que parezca, una empresa de construcción china ha levantado, en tan solo 24 horas, un pequeño pueblo en Shanghai, en el distrito de Qingpu, con tan novedoso sistema. La empresa en cuestión, Winsun Decoration Design Engineering Co, ha sido la responsable de tan difícil récord, construyendo un total de 10 hogares, con unas dimensiones de 15 metros de largo por 10 metros de ancho y 6 metros de alto.
Las impresoras 3D utilizan material reciclable para imprimir las diferentes piezas que luego se ensamblan, consiguiendo un ahorro máximo. El precio de coste de este tipo de casas asciende a sólo 5.000 dólares -30.000 yuanes-, con lo que los investigadores están esperanzados para que en un futuro se pueda dar solución a regiones del planeta sumidas en la pobreza. Como resalta el CEO de Winsun Decoration, Ma Yihe, en una entrevista con 3ders, este tipo de construcción basada en estructuras impresas 3D son altamente rentables y favorables al medio ambiente, logrando así un doble objetivo.
Kamer Maker
La impresora 3D de Winsun Decoration no es el único proyecto de este tipo. El estudio de arquitectos DUS ha desarrollado en Amsterdam a Kamer Maker, una impresora capaz de construir bloques de más de tres metros de alto y dos de ancho. El material que utiliza para levantar las construcciones se basa en plástico de origen vegetal y fibra de madera.
Una vez impresos los bloques, éstos se unen entre sí con cemento para un correcto ensamblado. A diferencia del prototipo de Winsun, Kamer Maker tarda más en construir los bloques de plástico, en torno a una semana cada unidad, pero como lado positivo cada bloque tiene una estructura interna en forma de panal que, llenándose con una espuma especial, consigue una dureza similar al hormigón.
Contour Crafting
Un auténtico robot made in USA. El profesor de ingeniería Industrial de la Universidad de California, Behrokh Khoshnevis, ha desarrollado un autómata de tamaño colosal que emplea brazos robóticos que, mediante boquillas de extrusión, vierte cemento por capas. Estos brazos se mueven en plano horizontal por guías y va subiendo en orden vertical según rellena las primeras capas. Las únicas partes de la casa que debe colocar el ser humanos son las puertas y ventanas, del resto se encarga Contour Crafting.
Aunque bien es cierto que, a diferencia de la impresora Wisun, el prototipo californiano se encuentra aún en fase de desarrollo, Contour Crafting está llamado a revolucionar la industria de la construcción. Con una inversión de 1,5 millones de dólares, Contour Crafting esta preparado para levantar casas de hasta 230 metros cuadrados en 24 horas.