El Instituto Juan de Mariana acaba de presentar el estreno de Bancarrota, un documental de 56 minutos de duración, realizado a lo largo de los últimos meses, que explica de un modo integral la crisis económica que padece España desde el año 2008.
El documental ha contado con la participación de prestigiosos economistas, periodistas y especialistas en diferentes áreas. Entre los entrevistados se encuentran los catedráticos Carlos Rodríguez Braun y Amando de Miguel, así como economistas de la talla de Daniel Lacalle, gestor de un fondo de inversión en la city londinense, o María Blanco, profesora de la Universidad San Pablo.
Partiendo de la tesis de que en España han concurrido tres burbujas -la financiera, la inmobiliaria y la estatal-, Juan Ramón Rallo y Fernando Díaz Villanueva han relatado en imágenes las diferentes fases por las que ha transcurrido la economía española a lo largo de los últimos quince años.
Bancarrota comienza con el nacimiento del euro en 1999 y las presiones que los Gobiernos de Alemania y Francia hicieron sobre su gobernador, Wim Duisenberg, para que bajase los tipos de interés con objeto de reactivar sus economías que, a la sazón, atravesaban una crisis. En opinión de los autores, la crisis española no se puede explicar sin esta bajada de tipos que cebó de liquidez y crédito barato la posterior burbuja inmobiliaria.
La burbuja inmobiliaria, que se extendió entre los años 2003 y 2007, ocupa la parte central del documental. Para ello los autores han contado con la participación de José Luis Ruiz Bartolomé, consultor inmobiliario y autor del blog de referencia Adiós ladrillo, adiós. Ruiz Bartolomé da claves fundamentales sobre la génesis, desarrollo y pinchazo de la burbuja. Bancarrota también ha contado con la participación de Gonzalo Melián, urbanista y director del centro de estudios OMMA de Madrid. Melián ha puesto el dedo en la llaga sobre la arquitectura institucional española, que agravó la burbuja y sus posteriores efectos.
El documental trata a fondo la burbuja del sector público que siguió a las dos anteriores y que estuvo provocada directamente por ellas. Con la llegada de la crisis, los sucesivos gobiernos españoles, en lugar de aplicar los ajustes necesarios y regresar a los niveles de gasto previos a la burbuja inmobiliaria, dispararon el gasto público hasta límites no conocidos anteriormente, tanto en valores absolutos como relativos.
Los gabinetes de José Luis Rodríguez Zapatero y, posteriormente, el de Mariano Rajoy trataron de atajar la crisis del peor modo posible, expandiendo el tamaño del Estado y endureciendo la fiscalidad. Ésa es la razón que explica por qué la crisis en España está durando tanto y por qué se prolongará si el Gobierno no adopta la política económica adecuada.
A modo de conclusión, los autores han reservado los últimos minutos del documental para lanzar un mensaje esperanzador. España no tiene que resignarse a la pobreza, el atraso y asistir impotente a cómo lo mejor y más dinámico del país se marcha buscando mejores oportunidades en el extranjero.
Con terminar de pinchar la burbuja inmobiliaria, que aún no ha remitido del todo, y eliminar el déficit público haciendo que los ingresos y los gastos de la administración coincidan, se recorrería la mitad del camino. La otra mitad pasa inevitablemente por un programa de reformas liberalizadoras de la economía que llevan demasiados años esperando. España, en definitiva, está en bancarrota, pero no tiene por qué permanecer en ella.