Una queja habitual de los colectivos anti-capitalistas se refiere al alto nivel de riqueza que manejan las grandes fortunas. De forma recurrente, este discurso se centra en reivindicar que el 1% más acaudalado debe transferir parte de esa riqueza al 99% restante.
Sin embargo, este razonamiento bien podría ser aplicado dentro del mismo grupo al que se dirigen estas protestas. Al fin y al cabo, el 0,1% más rico atesora un nivel de riqueza mucho mayor que el resto del 1%. De igual forma, el 10% más rico también se puede comparar de modo desfavorable con el 1% o el 0,1% más afortunado.
Esta paradoja ha alentado las investigaciones de Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, vinculados respectivamente a la Universidad de Berkeley y a la London School of Economics. Ambos investigadores analizaron la realidad estadounidense y llegaron a conclusiones muy reveladoras.
De entrada, Saez y Zucman apuntan que el nivel de riqueza del 0,1% más acaudalado fue a menos entre los años 30 y 70 del siglo pasado. Sin embargo, desde la década de los 80 hasta hoy, la cuota de la riqueza nacional que manejan estas grandes fortunas ha subido del 10% al 20%.
Desde 1960 hasta hoy, la riqueza del 1% más rico se mantuvo constante. Incluso acotando el campo de estudio al 0,5% de más ingresos, vemos que la tendencia fue estable. El gran salto adelante lo encontramos solamente entre el 0,1% más próspero.
A continuación, el estudio analiza al 10% más rico sin incluir al 1% de mayor patrimonio. Este 9% ha pasado de manejar el 45% de la riqueza nacional a controlar alrededor del 35%.
De igual modo, si nos centramos en el 1% más rico, pero excluimos al 0,1% de mayor fortuna, encontramos que su cuota de la riqueza nacional se ha mantenido estable en los últimos cincuenta años, experimentando una tendencia decreciente hasta los 80 y aumentando desde entonces hasta llegar ahora a niveles similares a los de 1964.
Un 0,1% muy rico, y un 90% poco ahorrador
Analizando décadas de historia económica, Saez y Zucman llegan a conclusiones muy interesantes:
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El 0,1% más rico ha aumentado su patrimonio de forma significativa, pero esta tendencia no es reciente, sino que se ha manifestado desde la segunda mitad de la década de 1970.
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Excluyendo al 0,1% de mayor fortuna, el resto del 1% no experimenta grandes cambios. Algo parecido se puede decir de la evolución del 10% más acaudalado.
¿Y qué hay del 90% restante? De acuerdo con Saez y Zucman, la principal razón por la que su riqueza no ha crecido en los tres últimos lustros ha sido la falta de ahorro. Ambos economistas denuncian que en los años previos a la crisis, el exceso de endeudamiento se unió a tasas negativas de ahorro, alimentando así un empobrecimiento de las clases medias y humildes.
Un grupo dinámico y buen inversor
Los informes oficiales sobre los contribuyentes más acaudalados analizan cada año a los 400 individuos más ricos de EEUU. Entre 1992 y 2008, esta lista incluyó a 3.700 contribuyentes diferentes: solamente cuatro repitieron en la lista año tras año. Por tanto, hablamos de un grupo muy dinámico y nada rígido.
De acuerdo con los estudios de Jon Bajika, Adam Cole y Bradley Heim, "el 0,1% gana anualmente más de 1,7 millones de dólares. En el 43% de los casos, hablamos de ejecutivos, directivos y supervisores de grandes empresas no financieras. El 18% son profesionales de alto rango ocupados en el sector bancario. Un 17% incluye a abogados, doctores y gestores inmobiliarios".
De acuerdo con los datos publicados, el 50% de los ingresos anuales de este privilegiado grupo se deriva de inversiones financieras. Desde los años 90 hasta hoy, los 400 contribuyentes más ricos han visto doblar sus salarios, pero, sobre todo, han multiplicado por 13 el porcentaje de sus ingresos que se deriva de los mercados de capitales.