Al 46% de los españoles les gustaría trabajar después de jubilarse. Esta es una de las conclusiones sonsacadas a partir de los datos recogidos en la última Encuesta de la Actitud de los Consumidores (Consumer Attitudes Survey) realizada por el Instituto Aviva de Ahorros y Pensiones, a un total de 13.000 encuestados de 12 países, seis de ellos europeos.
En concreto, junto a Irlanda, España es el país con un índice de apoyo mayor a continuar su vida laboral tras la jubilación, frente a otros países como Francia, con una tasa de apoyo de tan solo el 24%. Los motivos son claros. Un 47% de los encuestados españoles piensa que, independientemente de la legislación, tendrán que trabajar por necesidad. Y es que uno de cada seis de los encuestados reconoce que no está preparado económicamente para el futuro.
El consejero delegado de Aviva España destaca que "las actuales circunstancias económicas son una de las causas fundamentales de que sólo un 32% de los españoles afirma ahorrar regularmente para la jubilación". Sin embargo, asegura el consejero delegado, "es crucial que tomemos conciencia de la necesidad de generar un hábito de planificación y ahorro sostenido en el tiempo, según las posibilidades de cada uno, para lograr un nivel de vida adecuado en el futuro".
Y es que según los datos recogidos por el Instituto Aviva de Ahorro y Pensiones, sólo seis de cada diez consumidores tienen ahorros y tan sólo un 34% tiene algún tipo de pensión privada que le proteja de los devenires de nuestro frágil sistema de pensiones. Asimismo, se reduce el número de españoles con algún tipo de inversión, en concreto menos de un 20% de los encuestados.
Las preocupaciones económicas de los españoles
El estudio resalta a su vez las principales preocupaciones económicas en los distintos países. En el caso de España, la principal preocupación está en tener que hacer frente a gastos inesperados, tales como enfermedades graves, reparaciones en el hogar, etcétera, que acaban desbarajustando el presupuesto familiar.
El paro o la pérdida de empleo, como no podía ser de otra manera, es la segunda preocupación más importante para un 45% de los encuestados, seguida de cambios en el sistema de protección social, como las pensiones, que se sitúa en un 42%.