El número de impuestos propios que tienen las autonomías ha alcanzado la friolera de 70 este año. Lo más llamativo es que los ingresos que obtienen las regiones por su recaudación no llega ni al 2% de los ingresos tributarios totales. De hecho, en algunos casos, estos tributos no recaudan ni lo que cuesta gestionarlos, explica el informe Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2014, elaborado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF).
Las CCAA cada vez tienen más capacidad tanto para modificar al alza o a la baja los impuestos cedidos por el Estado, como para crear los suyos propios, algo que ha provocado que la política tributaria sea muy diferente entre unas y otras. La forma de legislar de las autonomías "es muy farragosa y se modifica muy a menudo, por lo que el contribuyente la desconoce y ha de enfrentarse a ella con los costes que le supone", asegura el texto. "El sistema de financiación (autonómico) es complejo y poco transparente", añade el informe.
Las modificaciones en los tributos propios, tanto derivadas de la creación como de la supresión de los mismos, "han conformado un panorama tributario complejo y en constante movimiento, pues los proyectos de Ley de creación de tributos propios son abundantes", dice el texto. En este sentido, Asturias, con 10, Cataluña (8) y Andalucía (8), lideran el ránking de las CCAA que más impuestos propios tienen. En el otro lado, se sitúan Castilla y León, Baleares, y Castilla-La Mancha, con 2 tributos cada una.
El informe hace también una comparativa entre lo que pagan los contribuyentes por el IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Transmisiones Patrimoniales, dependiendo de la comunidad autónoma donde residan. En este sentido, la mayor disparidad surge entre la Comunidad de Madrid, por un lado, Cataluña y Extremadura, por otro. Así la capital española es la región con la fiscalidad más baja, mientras que las otras dos regiones son las que ostentan los mayores impuestos.
IRPF: la Comunidad de Madrid es el territorio con el Impuesto sobre la Renta más bajo con tipos que van desde el 23,95% al 51,5%. En el lado contrario, Andalucía, Asturias, Cataluña son las que más gravan a sus habitantes con tipos que oscilan entre el 24,75 y el 56%. Por ejemplo, un extremeño que gane 45.000 euros al año tendrá que pagar 10.375 euros en concepto de IRPF, cuantía que se reduce a los 10.090 euros si la persona es de Madrid.
Patrimonio: Madrid es la única región donde no se paga este tributo. En el otro lado, Cataluña es la región con el mínimo exento más bajo, en 500.000 euros, mientras que el resto de CCAA lo tienen en 700.000 euros. Otra comparativa está en que si en Cataluña, con un patrimonio de 800.000 euro, pagas 769 euros, en el resto de regiones (menos en Madrid) el coste de su patrimonio para los contribuyentes ronda los 200 euros.
Sucesiones: en este caso, Cantabria es la región con el tributo más bajo. Por ejemplo, si se obtiene una herencia de 800.000 euros, en la comunidad autónoma de Cantabria se pagarían 1.262 euros o en la de Madrid 1.586 euros. En Andalucía, Asturias y Murcia heredar sale mucho más caro, por 164.049 euros.
Transmisiones patrimoniales: Madrid vuelve a ser la región con el tipo más bajo, en el 6%. Cataluña, Galicia y la Comunidad Valenciana son las regiones con el mayor tipo único, el 10%.
