Durante los últimos años, se han publicado numerosas estimaciones sobre el impacto de la crisis en el bolsillo de los españoles. Sin embargo, una de las mejores fuentes estadística para analizar cómo ha evolucionado la renta y riqueza de los hogares es la Encuesta Financiera de las Familias (EFF) que elabora periódicamente el Banco de España (BdE).
Su última edición permite analizar en detalle la situación financiera de los españoles hasta finales de 2011, reflejando así buena parte del golpe asestado por la actual crisis económica. Por un lado, la renta mediana de los hogares se situó en 25.400 euros a finales de 2010, lo cual supone un descenso del 8,5% respecto a 2007 (2.400 euros menos).
En el concepto "renta" se incluyen todos los ingresos brutos anuales (laborales y no laborales), antes del pago de impuestos y cotizaciones. Y la "renta mediana" hace referencia a la que se sitúa justo en la mitad, de modo que el 50% de los hogares tiene una renta por encima de 25.400 euros y el otro 50% se sitúa por debajo.
El nivel de renta difiere en función del ciclo vital, aumentando según la edad hasta alcanzar su máximo para el grupo de hogares de entre 55 y 64 años, aunque, posteriormente, disminuye para los grupos de mayor edad (jubilados). Asimismo, la renta aumenta en función del nivel de educación, siendo sustancialmente mayor para los hogares cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios, según destaca el BdE. Por situación laboral, los hogares en los cuales el cabeza de familia trabaja por cuenta propia son los que tienen rentas medias más altas.
Por otro lado, el patrimonio de las familias registró un descenso aún mayor debido a la fuerte depreciación de los activos financieros (depósitos, bolsa, etc.) y, sobre todo, inmobiliarios (vivienda).
La riqueza neta mediana de los hogares se situó en 153.300 euros a cierre de 2011, un retroceso del 20,1% respecto a principios de 2009 (unos 38.600 euros menos). La principal razón estriba en que el valor de la vivienda propia ha caído un 22,4% durante este período, y el de otras propiedades inmobiliarias un 18%. En este sentido, cabe tener en cuenta que casi el 85% de los activos de las familias españolas se concentra en ladrillo, y el 15% restante en activos financieros.
Por grupos de edad, la distribución responde al perfil de ciclo vital esperado, alcanzando el máximo para los hogares con cabeza de familia de entre 55 y 64 años. La riqueza también crece con la educación y es mayor para los hogares cuyo cabeza de familia es empleado por cuenta propia. Asimismo, aumenta en paralelo con la renta, lo cual refleja que las familias de riqueza más alta obtienen mayores ingresos de su cartera de activos, al igual que las de rentas más elevadas tienen mayores posibilidades de ahorro.
La clase media-baja, la más afectada
Sin embargo, el análisis de dichas variables tan sólo ofrece una visión parcial del impacto de la crisis, ya que falta saber qué estratos sociales han sido los más afectados. El economista Samuel Bentolila, miembro de Fedea, detalla las principales claves en este ámbito tras analizar los percentiles que ofrece la EFF: 10 (el 10% de los hogares tiene una renta más baja), 30 (el 30% tiene una renta menor), 50 (la mediana), 70, 85 y 95.
Así, por un lado, "el hogar situado en el percentil más bajo (10) tenía en 2010 una renta bruta anual de 8.600 euros y el más alto (95) 88.300 euros. Al comparar con 2007, se observa que los primeros se quedaron igual y los segundos mejoraron algo". Aquí cabe recordar que no se compara al mismo hogar a lo largo del tiempo, sino a los hogares que ocupan una posición determinada de la distribución en dos momentos distintos.
En términos proporcionales (variación pocentual), "los que más perdieron fueron los hogares de renta media-baja, es decir, aquellos cuya renta estaba entre el percentil 30 y la mediana, aunque la pérdida también es significativa en el percentil 70. Esto da cierto apoyo a la idea del declive de la clase media", advierte Bentolila.
Por su parte, "el hogar situado en el percentil 12 poseía en 2011 una riqueza neta de 7.400 euros y el del percentil 95 de 844.200 euros".
En el gráfico de variaciones proporcionales se aprecia un aumento de la riqueza del segmento más bajo de la distribución y también que el cambio es mayor entre el percentil 37 y el 77. "De nuevo, la clase media", destaca el economista de Fedea.
La crisis, por tanto, ha restado a los españoles casi el 9% de su renta y el 20% de su riqueza, en términos generales. Pero el segmento más golpeado por las dificultades económicas ha sido la clase media, especialmente, las rentas medias-bajas.