La Hacienda de Italia hará negocio con las transferencias bancarias que lleguen desde el extranjero. Tal y como informa el diario Il Sole 24 Ore, el pasado 1 de febrero el Gobierno italiano empezó a aplicar una retención de entrada del 20% sobre este tipo de movimientos.
En concreto, este nuevo impuesto afectará a las transferencias que sean consideradas un ingreso para el particular. Asimismo, también atañe a las devoluciones de depósito o préstamos pasados o incluso a ingresos por alquileres de un inmueble en el extranjero.
La polémica acerca de este nuevo gravamen no es sólo su alto nivel impositivo (de cada 1.000 euros, el Estado se queda con 200), sino que, además, se aplicará de forma automática al montante total "interceptado". Es decir, cualquier transferencia realizada desde el exterior a un intermediario financiero italiano (bancos) se someterá al impuesto del 20%.
Tanto el gravamen como su imposición automatizada está generando una fuerte controversia en el país italiano, ya que obliga a que sea el propio individuo quien deba justificar y demostrar a Hacienda que la transferencia en cuestión no es fruto de un "ingreso". Las entidades bancarias, a su vez, reconocen que les será difícil o incluso imposible acreditar las condiciones concretas de la transferencia en cuestión, con lo que la retención se aplicará en casi todas las transferencias procedentes del exterior.
La burocracia italiana obliga al contribuyente a acreditar el origen y motivo de la transferencia "de forma libre", rellenando un impreso de solicitud con antelación suficiente, donde se especificarán los motivos por los que se demuestra que esa transferencia no constituye un ingreso.
Los expertos aseguran que esta nueva normativa del Fisco generará un gran caos debido, por un lado, a la dificultad en muchos casos por parte del cliente para demostrar la naturaleza de la transferencia y, por otro lado, porque esta normativa exigirá una mayor fluidez e intercambio previo de información entre el cliente y el banco.
A su vez, tal y como se hace eco Il Corriere della Sera, el mecanismo de "gravar por sistema" generará numerosos errores, causando gran prejuicio en la ciudadanía, al tener que esperar hasta el 28 de febrero del siguiente año para poder recuperar la retención impuesta por error. Es decir, si el individuo tenía pensado hacer uso del montante de la transferencia para gastos inmediatos, deberá prescindir en un 20% hasta el año siguiente para normalizar y demostrar el concepto de la transferencia -a no ser que consiga demostrarlo vía impreso-.
Esta medida afectará también a todos los sistemas de pago internacionales vinculados a una cuenta bancaria, como Western Union o PayPal. Según los expertos, este varapalo impositivo repercutirá drásticamente en la fluidez del capital en Italia, afectando así a la vida diaria de muchos negocios.