El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha mantenido este jueves los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,25% que estableció en noviembre. En una comperecencia más corta de lo habitual, Draghi se preocupó en dejar claro desde el principio que el organismo, pese a tener a su disposición todas las herramientas necesarias, no actuaría, al menos, en un corto plazo.
Draghi dijo que la tasa de inflación de la zona del euro seguirá en el nivel actual en los próximos meses y recordó en rueda de prensa que la tasa de inflación de la zona del euro cayó en enero una décima hasta el 0,7%, frente a diciembre. El presidente del BCE dijo que la tasa de inflación de enero ha sido más baja de lo que se esperaba generalmente y que se debe principalmente a "la evolución de los precios de la energía".
"La razón por la que no hemos actuado es la complejidad de la situación, que requiere que recopilemos más información", según el presidente del BCE. Draghi explicó que la situación actual es muy diferente de la de noviembre del año pasado cuando la inflación de la zona del euro también se había desacelerado hasta el 0,7% y el BCE decidió recortar el precio del dinero. Mientras el presidente del organismo emisor europeo comparecía, el euro ganaba posiciones frente al dólar y ganó más de medio centavo de dólar hasta rozar 1,36 dólares.
El BCE tendrá en marzo las nuevas proyecciones macroeconómicas de crecimiento e inflación para la zona del euro. Los analistas prevén que sea entonces cuando el organismo emisor actúe. "Al mismo tiempo, aunque el desempleo en la zona del euro se estabiliza, sigue elevado", apostilló Draghi.
El riesgo de los emergentes
Por otra parte, Draghi hizo referencia a las tensiones monetarias que están viviendo en las últimas semanas en algunas economías emergentes y el posible contagio al resto de países. El presidente del BCE dice que existe un riesgo a la baja para la economía de la zona del euro por "la incertidumbre en las economías emergentes".
Draghi dijo en rueda de prensa que "los cambios en las condiciones en los mercados financieros mundiales y las incertidumbres relacionadas, sobre todo en economías de mercado emergentes, pueden tener el potencial de afectar negativamente las condiciones económicas".
El presidente del BCE añadió que la entidad observa la volatilidad actual en economías emergentes y que las consecuencias para el crecimiento global serán muy diferentes si se trata de un fenómeno pasajero o si va a mantenerse.