El subgobernador del Banco de España y presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Fernando Restoy, ha reconocido este miércoles que la venta de NCG Banco al fondo venezolano Banesco por 1.003 millones de euros ha conllevado una "pérdida apreciable" de fondos públicos, pero ha defendido que la "única alternativa" habría sido la liquidación, con un coste de 13.000 millones de euros para los contribuyentes.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, Restoy ha recordado que el montante total de ayudas públicas concedidas a la entidad gallega desde 2010 suma 8.981 millones de euros, por lo que tras el ingreso de 1.003 millones por la enajenación y restándole el "valor esperado de las garantías adicionales de 275 millones otorgadas al adquiriente" supone que sólo se han recuperado "de momento" 728 millones de euros.
"Evidentemente, se ha perdido una cantidad apreciable de ayuda pública. Pero, en todo caso, debemos ser conscientes de que si no hubiéramos ido por esta vía de nacionalización y venta, la única alternativa hubiera sido la liquidación, y eso habría costado unos 13.000 millones de euros. Por tanto, es una pérdida importante para el contribuyente, sin lugar a dudas, pero se ha reducido de manera apreciable el coste que habrían tenido estrategias alternativas", ha insistido.
Era la mejor oferta
A renglón seguido, el subgobernador ha recordado todo el proceso seguido con esta entidad, que estaba obligada a salir de nuevo al mercado "no más tarde de finales de 2016" en virtud del plan de reestructuración acordado por Bruselas.
Ante este calendario, el pasado mes de marzo el FROB contrató a la consultora internacional McKinsey y al banco de inversión Nomura para que le asesorara en las posibles estrategias de gestión de la entidad. La consultora planteó una "desinversión acelerada como mejor opción" dado el "riesgo de deterioro de la franquicia y el consiguiente quebranto para el patrimonio público".
Además, se contrató a BNP Paribas para asesorar sobre la venta, comenzando por "pulsar el apetito del mercado" con el objetivo de saber si era el momento de enajenar NCG para proceder posteriormente al procedimiento. Se da la circunstancia de que en este caso se involucró a entidades financieras no bancarias "para maximizar la efectividad del proceso competitivo".
Tras identificar varios potenciales compradores, se les informó de que la venta comprendería las acciones representativas del 62,75% del capital de NCG controlado por el FROB y del 25,58% del capital social titularidad del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), derivado de la aplicación de las medidas de liquidez para resarcir a los preferentistas afectados por una mala comercialización de sus productos.
De todo el proceso resultaron tres potenciales adjudicatarios. Dado que la segunda oferta se desviaba más de un 50% y de 250 millones de euros respecto de la primera, el FROB decidió la adjudicación al Banco Etcheverría-Grupo Banesco por 1.003 millones de euros --913 millones por el perímetro básico y 90 millones adicionales por la cartera de fallidos--, aunque sin ningún tipo de esquema de protección de activos (EPA).
La cantidad será abonada en varios plazos: 313 millones en el momento de consumarse la operación, otros 100 millones el 30 de junio de 2016, otros 200 millones el 30 de junio de 2017 y los últimos 300 millones de euros el 30 de junio de 2018. "La efectividad del contrato está condicionada al cumplimiento de los requisitos legalmente previstos, entre ellos la obtención de las autorizaciones preceptivas de las autoridades nacionales y comunitarias", ha precisado Restoy.
Además, el subgobernador ha asegurado que en este proceso de venta se ha tenido en cuenta "en todo momento" el objetivo fundamental de "asegurar la utilización más eficiente de los recursos públicos". "Se ha cumplido con el mandato legal que exige al FROB hacer procesos competitivos, transparentes, no discriminatorios y que maximicen el precio de venta y minimicen el uso de recursos públicos", ha destacado.
Banco Gallego
Con respecto al Banco Gallego, el máximo dirigente del FROB ha recordado que debía ser vendido antes del 30 de abril de 2013. En caso de no conseguirlo, la entidad debía ser liquidada ordenadamente. No obstante, en abril del año pasado el FROB adjudicó la entidad al Banco Sabadell "porque su oferta era la más competitiva", incluso a pesar de que era necesaria una inyección de capital público de 245 millones de euros.
Así, la compra-venta del 100% del capital de Banco Gallego se hizo efectiva el pasado mes de octubre, dando así "pleno cumplimiento" al plan de resolución y "evitando una liquidación concursal que habría implicado más costes para el erario público", ha zanjado Restoy.