A Argentina se le acumulan los problemas. Tras la histórica devaluación que sufrió hace quince días y las nuevas medidas para intentar flexibilizar el cepo al dólar -con la intención de crear una imagen de tranquilidad en los ciudadanos y que no salgan del país las divisas- el efecto está siendo devastador en las cuentas de divisas.
Las reservas internacionales de divisas perdieron en enero 2.499 millones, lo que supone la peor caída en un mes en ocho años. Además, hay que remontarse al tres de octubre de 2006 para encontrar niveles de reservas inferiores ya que ahora están en los 28.100 millones. Y podría ser peor, este martes el Banco de la Nación Argentina comunicará la versión definitiva.
El Gobierno que preside Cristina Fernández de Kirchner está nervioso. El ministro de economía, que parece dirigir en las últimas semanas el país, Axel Kicillof, ha abandonado por un tiempo sus críticas a los mercados y a los banqueros y ha ido a pedirles ayuda, según publica el diario argentino La Nación. Kicillof convocó la semana pasada a los banqueros de ABA, la asociación que aglutina a las entidades extranjeras para pedirles que ayuden al Gobierno a conseguir en el exterior 10.000 millones de dólares para intentar aliviar las cuentas de Argentina.
Algunos testigos del encuentro aseguraron al rotativo argentino que la reunión se llevó a cabo en la estricta intimidad justo en los días de mayor convulsión en el mercado cambiario. El ministro les confió a los banqueros su interés en salir a buscar dólares en el exterior, ya sea mediante la emisión de nueva deuda o a través de líneas de crédito comerciales que los bancos pudieran conseguir. Según el periódico argentino, algunas entidades ya se habrían puesto a trabajar ante la necesidad imperiosa del país latinoamericano de conseguir divisas extranjeras.
El 65% anual por un crédito personal
Los síntomas de que la economía argentina está llegando a un punto de no retorno no paran de sucederse. Tras la devaluación, el ajuste llegó a los créditos. El pasado martes el Banco Central aumentó las tasas de interés entre tres y once puntos. Lo que se traduce en que por un préstamo personal, en los bancos privados se está cobrando al menos el 44% al año, cifra que, sumadas las comisiones y otros gastos administrativos, arroja un costo financiero total que supera el 65% anual según publica La Nación.
Los bancos públicos cobran algo menos de interés, pero aún así el costo sigue siendo muy elevado debido a la devaluación del peso. Las entidades públicas como el Banco de la Nación cobran desde un 32% hasta un 44%, cifra que asciende al 55% al año al sumar comisiones y otros gastos. Mientras, públicamente el Gobierno niega que se esté produciendo un ajuste en el mercado de créditos.
Además de los costes, el periodo de duración también se está modificando debido a la incertidumbre que ha creado la devaluación y las posteriores medidas. Los plazos de devolución de los créditos y préstamos se están reduciendo considerablemente.
Precios iguales para 80 productos
La devaluación y la incertidumbre están provocando en las últimas semanas fuertes subidas en los precios de muchos productos necesarios para los ciudadanos y que están haciendo al país latinoamericano un lugar demasiado caro para los argentinos.
La medida del Gobierno para solventar esta situación pasa por fijar precios para determinados productos desde este lunes. Supermercados y autoservicios de todo el país han incorporado el acuerdo de precios que rubricó el Gobierno con grandes empresas de la cadena alimenticia. En una primera etapa, el programa incluye un total de 80 productos "con precios iguales" a los que para todas las provincias, dice Cronista.