El aeropuerto fantasma de Castellón ya tiene dueño, al menos durante los próximos 20 años. La Generalidad valenciana ha adjudicado a la canadiense SNC Lavalin Aeroports la gestión del aeropuerto de Castellón durante dos décadas por un importe de 25 millones de euros, según informa El Economista y varios periódicos de la región.
El órgano de valoración ha informado ya a la Generalidad, según el Periódico Mediterráneo, de que apuesta por esta firma experta en explotar instalaciones aeroportuarias y deja fuera a Gesnaer, el grupo en el que se encuentra Marina d'Or.
No obstante, la decisión aún debe ser ratificada por parte de la dirección de Aerocas cuyo consejo podría reunirse el próximo lunes aunque la fecha oficial fijada sería dentro de dos semanas. La propuesta técnica presentada por la multinacional de Canadá ha sido el detonante para que Lavalin haya sido la escogida, según precisa el diario regional.
La canadiense es un grupo de construcción, ingeniería y concesiones presente en más de cuarenta países. En la gestión aeroportuaria tiene experiencia como adjudicatario del aeropuerto de Malta.
El elefante blanco de Fabra
Desde el inicio de la construcción de este aeropuerto fue visto como una mala decisión del entonces presidente de la diputación Carlos Fabra. El 25 de marzo del 2011 se celebró un acto oficial de inauguración, sin embargo, ningún avión ha aterrizado o despegado desde este aeropuerto fantasma.
Con un gasto de más de 150 millones de euros, el aeropuerto únicamente ha servido de pista de entrenamiento de coches de carreras. En la imagen la escultura de Juan Ripollés 'El hombre y el avión' por la que el Gobierno de Castellón pagó al artista la friolera de 180.000 euros.