El juez Elpidio José Silva tiene actualmente un pie fuera de la Carrera Judicial. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) acordó el pasado jueves enviarlo al banquillo de los acusados por el caso Blesa.
En concreto, el instructor Jesús Gavilán abrió juicio oral contra Elpidio José Silva por delitos de prevaricación, retardo malicioso en la Administración de Justicia y contra la libertad individual del ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa.
Después de esta decisión -contra la que no cabe recurso- el órgano de gobierno de los jueces se verá obligado a suspender cautelarmente al titular del Juzgado de Instrucción Número 9 de Madrid.
La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) recibió el mismo jueves la resolución y ha dado trámite de audiencia por tres días al Ministerio Fiscal y al propio interesado.
Posteriormente, en la primera reunión que mantenga este órgano declarará la suspensión del juez atendiendo a los artículos 383 y 484 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Dicha ley establece que "la suspensión de los Jueces y Magistrados cuando se hubiere declarado haber lugar a proceder contra ellos por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones".
Por otro lado, el artículo 190.2 del Reglamento de la Carrera Judicial señala que "procederá acordar la suspensión provisional de los jueces y magistrados respecto de los cuales se siga procedimiento por cualquier delito cometido en el ejercicio de sus funciones, cuando en el procedimiento penal se dicte auto de apertura de juicio oral, de prisión provisional, de libertad bajo fianza o de procesamiento, una vez adquieran firmeza".
De esta forma, Elpido José Silva será apartado de su juzgado hasta que se dicte sentencia firme contra él. En caso de ser condenado perderá la titularidad del mismo y será expulsado de forma definitiva del Carrera Judicial.
El que fuera juez del caso Blesa se enfrenta a una pena máxima de 40 años de inhabilitación para Silva y establece un plazo de diez días para que abone una fianza de 60.000 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias por las que pueda ser condenado.
Hasta ahora, el polémico magistrado se ha presentado ante la sociedad como una "víctima" del sistema corrupto. Su anonimato quedó en el olvido después de que enviara al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa hasta en dos ocasiones a prisión con una diferencia de apenas tres semanas.
En su última comparecencia pública, el magistrado señaló que hay una campaña de "acoso y derribo" contra él en la que ha sufrido "calumnias, injurias, desprestigio y degradación".