La tormenta sobre Panrico de hace unos meses parece haber amainado y la compañía se prepara ya para abandonar los juzgados. Tal y como se hace eco el diario Expansión, Panrico pidió este lunes en los juzgados mercantiles de Barcelona el levantamiento del preconcurso de acreedores, tras la declaración de insolvencia dictada por la compañía el pasado 1 de octubre.
Tras un fuerte ajuste de más de 1.000 empleos, 745 trabajadores de sus plantas y 300 puestos de trabajo en su red de autónomos, y de 50 millones de euros anuales en su fase de producción, Panrico aleja el temor de la bancarrota. El acuerdo alcanzado por todas las partes permitirá al grupo de Carlos Gila disipar cualquier temor a otra suspensión de pagos a sus trabajadores. La próxima salida de Panrico de los juzgados viene tras la decisión del fondo propietario de la compañía, Oaktree, de inyectar 15 millones de euros para pagar a sus proveedores y trabajadores, y volver hacer el proyecto viable. La situación es difícil, pero no imposible. Panrico tiene a día de hoy una deuda de más 700 millones de euros y contempla unas pérdidas en 2013 de más de 13 millones de euros. A todo ello, se le añade a la compañía una complicación más: La fábrica de Santa Perpetua. Y es que la planta de Panrico en Cataluña sigue en pie de guerra al no aceptar el ERE realizado por la compañía.
La planta de Santa Perpetua
La situación es tensa. Este lunes mismo, la dirección de Panrico decidió no asistir a la reunión convocada por los sindicatos y trabajadores de la planta, debido a la última trifulca realizada por los sindicatos.
El encuentro, propiciado por la Generalidad, fue desestimado por la dirección debido a los graves hechos ocurridos en la planta durante la madrugada del 10 al 11 de enero, que acabaron con un guardia de seguridad hospitalizado y un sindicalista detenido, según informa EFE.