En medio de la polémica por el supuesto affaire que mantiene con una joven actriz, el presidente francés François Hollande ha comparecido este martes en una esperada rueda de prensa para hablar, principalmente, de los planes económicos que tiene para los próximos años.
Hollande, anunció este martes un plan de recortes de 50.000 millones de euros entre 2015 y 2017 y nuevo impulso reformista para ir "más deprisa y más lejos" en la acción de su Gobierno y "devolver" al país la fortaleza económica perdida. Esta cantidad supone un 4 % del gasto de la administración, muy por encima de los 15.000 millones de euros de recortes que incluye el presupuesto de este año.
Ante el anuncio de este recorte, los periodistas han planteado al presidente francés los motivos de este giro "social-liberal" o "giro a la derecha", pero el presidente no ha querido entrar en calificativos sobre sus nuevas medidas. Hollande se ha limitado a asegurar que la tendencia de la recuperación está "apuntada" por lo que en 2014 será necesario "fortalecerla", con la mirada puesta en la creación de empleo.
En este sentido, el presidente galo abundó en el "pacto de responsabilidad" que ya desveló en su discurso anual de año nuevo, cuando propuso a los empresarios ventajas económicas a cambio de crear puestos de trabajo. Ese "pacto", que Hollande quiere situar en el centro de su mandato y cuyos resultados sitúa al término del mismo en 2017, tendrá cuatro ejes básicos, que el presidente detalló ante la prensa.
Bajada de impuestos
En primer lugar, propuso proseguir con la bajada de los impuestos patronales, que supondrá una reducción de cotizaciones del 14 por ciento este año y del 6 % suplementario en 2015. "De aquí a 2017, las empresas y los autónomos no pagarán cotizaciones familiares", indicó Hollande, que cifró el ahorro para los patronos en 30.000 millones de euros.
Junto a ello, Hollande aseguró que se modernizará la fiscalidad empresarial y se disminuirá el número de tasas, para que las empresas conozcan a qué atenerse. El tercer punto, señaló el presidente, se refiere a la simplificación de normas "inútiles y demasiado costosas", que permita que la creación de una empresa sea más sencillo.
Ante todas estas ventajas empresariales, Hollande exigió a los patronos "contrapartidas", que deben estar "cifradas en términos de creación de empleos", de creación de trabajos para jóvenes y mayores, de formación, de salarios y de modernización del diálogo social.
En paralelo a este "pacto de responsabilidad" que definió como "el más importante" de la historia de Francia, Hollande se comprometió a afrontar los recortes en la administración que exige la patronal.