El arranque del nuevo año vino acompañado de una ingrata sorpresa para numerosas empresas y autónomos, después de que el Ministerio de Empleo decidiera elevar las cotizaciones sociales por la puerta de atrás mediante una serie de medidas aprobadas en plenas vacaciones navideñas, tal y como avanzó Libre Mercado.
Por un lado, el Gobierno ha elevado de nuevo las bases de cotización a la Seguridad Social, es decir, el nivel que sirve de referencia para determinar cuánto hay que pagar por la cuota mensual de autónomos, al tiempo que ha subido de forma sustancial las cuotas a los autónomos societarios y a aquellos que dispongan de más de 10 trabajadores a su cargo. Y, por otro, Empleo también ha aumentado las cotizaciones sociales que pagan asalariados y empresas mediante la inclusión de nuevos conceptos en la base de cotización que, hasta ahora, estaban exentos, tales como cheques restaurante, dietas de transporte y otras remuneraciones en especie. En definitiva, una subida generalizada del impuesto sobre el trabajo.
El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, afirmó este domingo que la decisión de incluir las remuneraciones en especie en las bases de cotización reportará al sistema unos ingresos adicionales de unos 900 millones de euros al año. En concreto, estimó que esta medida reducirá en 1,09 euros al mes la nómina de los trabajadores afectados, que cuantificó entre dos o tres millones.
"El efecto de estas medidas sobre las bases de cotización de un trabajador normal podría ser de 6 euros en la base, lo cual significa aproximadamente 1,09 euros en su nómina", explicó Burgos en una entrevista concedida a Europa Press.
Sin embargo, el coste para las empresas será muy superior, ya que son las que sufragan la mayor parte de las cotizaciones. Pese a ello, según Burgos, "ninguna empresa va a reducir empleo porque tenga que aportar 4, 5 o 10 euros más al mes por un trabajador", y apostó por que las empresas generen este tipo de pluses como complementos del salario y no como sustitutivos del salario. Burgos defendió esta sorprendente e inesperada subida de cotizaciones ante la necesidad de reforzar el sistema de Seguridad Social, cuyas cuentas registran unos abultados números rojos como consecuencia de la crisis económica y demográfica que sufre el país.
Además, según explicó, el Gobierno decidió tomar esta iniciativa ante la constatación de que "gran parte de las retribuciones de los trabajadores estaban derivando hacia conceptos excluidos de la cotización", lo que les estaba generando "un perjuicio evidente" en la medida en que conceptos excluidos de su salario suponen bases de cotización más bajas y por tanto derechos sociales también más bajos.
Críticas de los asesores fiscales
La opinión del Gobierno, sin embargo, no es compartida por la inmensa mayoría de expertos. Los últimos en pronunciarse al respecto han sido los asesores fiscales. El presidente de la Asociación del Club del Asesor (Adecla), Ignacio Ruiz-Jarabo, afirma que "el encarecimiento de la Seguridad Social es inoportuno y será dañino". El aumento de las bases de cotización ideado por el Ministerio de Empleo es "una medida en la dirección errónea".
Según Ruiz-Jarabo, el abultado déficit que presenta el sistema de pensiones viene motivado en buena medida por la situación del mercado de trabajo, que ha reducido drásticamente el ingreso por cotizaciones". Por ello, "lo racional es atacar la consecuencia del problema (déficit) abordando su causa (el nivel de empleo)", y no encarecer aún más los costes laborales como ha hecho el Gobierno, advierte.
El Ministerio de Empleo ha optado, "reiterando el error, por la fórmula aplicada hasta ahora (sin éxito) en los impuestos. Los aumentos generalizados en todas los tributos que hemos sufrido en los dos últimos años no se han traducido en los aumentos pretendidos en la recaudación tributaria, pero, eso sí, han hecho más pobres a todos los españoles", concluye Ruiz-Jarabo.
Adecla, la mayor asociación de asesores fiscales tributarios y laborales de España, resume en el siguiente cuadro las modificaciones que ha introducido el Gobierno para incluir en la base de cotización las remuneraciones en especie que, hasta ahora, estaban excluidas del pago de impuestos. Además, la entidad recuerda que las empresas deberán comunicar a la Seguridad Social todos los conceptos retributivos de sus empleados, estén o no incluidos en la base de cotización, a partir del próximo marzo, lo cual podría desencadenar futuras subidas fiscales.