Esther Koplowitz, accionista de control de FCC, ha vendido títulos del grupo de construcción y servicios representativos del 3,8% de su capital por un importe de 72,56 millones de euros, con lo que reduce al 50,01% su participación en la compañía, según informó la empresa.
La operación se enmarca en el acuerdo de refinanciación de deuda que recientemente cerró B-1998, la sociedad instrumental a través de la que Koplowitz controla FCC. Este pacto incluía como condición la venta de este porcentaje accionarial del grupo, según explicaron a Europa Press en fuentes del mercado.
En concreto, B-1998, a través de Fidentiis, ha colocado en el mercado de bloques a dos inversores institucionales un paquete de 4,83 millones de acciones, representativas del 3,8% del capital. La operación se ha realizado a un precio de 15 euros por acción.
Tras materializar la transacción, la empresaria seguirá manteniendo el control de la compañía. Koplowitz ostenta el 90% del capital del B-1998, firma que después de esta venta suma el 50,01% de FCC. Los socios de Esther Koplowitz en esta sociedad instrumental son la familia Aguinaga y las Bodegas Faustino, con un 5% de B-1998 cada uno.
De su lado, el grupo FCC cuenta con Bill Gates como segundo socio de referencia desde el pasado mes de octubre, cuando el cofundador de Microsoft compró un 5,7% de la empresa que entonces estaba en autocartera por unos 113 millones de euros. El empresario estadounidense abonó 14,85 euros por acción.
Refinanciación
FCC ultima actualmente el proceso de refinanciación de unos 5.000 millones de euros de deuda, el grueso del pasivo de 6.577 millones de euros que sumaba el cierre del pasado mes de septiembre.
En paralelo, la compañía que preside Esther Alcocer Koplowitz trabaja en la venta de un conjunto de activos, como son su negocio logístico, la filial de mobiliario urbano Cemusa y la división de energía.
Todo ello se enmarca en el plan estratégico que puso en marcha el pasado mes de marzo con el fin de recortar su endeudamiento y volver a beneficios. Este plan contemplaba la ejecución de desinversiones por valor de unos 2.500 millones de euros hasta 2015.