El hombre más rico del mundo según la revista Forbes, Carlos Slim, ha vuelto a insistir este miércoles sobre su propuesta de reducir la jornada laboral a tres días por semana, once horas al día. Durante una conferencia privada en México, donde ha estado presente la embajadora de Israel, el magnate ha sostenido estas medidas con el objetivo de dar cabida a los jóvenes en el mercado laboral.
Tal y como recoge la cadena de información CNNExpansión, Carlos Slim, presidente del Grupo Carso, explicó que sus medidas son necesarias en la era en la que vivimos. "En esta revolución tecnológica, donde los cambios son muy rápidos e importantes, necesitamos de gente trabajadora, innovadora, creativa y entusiasta que no tenga miedo al cambio", defendió Slim.
A su vez, el empresario quiso en la conferencia resaltar el valor de la formación y educación. Entiende que debe ser el sector privado quien debe de realizar una mayor inversión para que sus trabajadores mejoren sus capacidades profesionales. Además, añadió que desde su punto de vista, "la sociedad enfrenta un reto en educación y de condiciones laborales, donde hace falta libertad, oportunidad y derechos humanos".
Propuestas defendidas el pasado año en Ginebra
No es la primera vez que Slim defiende estas medidas. Ya lo hizo el pasado año en una conferencia sobre el impacto de las telecomunicaciones en los negocios pronunciada en la sede de Ginebra de las Naciones Unidas. En dicha conferencia defendió que el amoldar la jornada laboral a tres días ayudaría a "tener libres otros cuatro días y dedicarlos a la familia, a innovar, cultivarse o a crear".
El pack de medidas promulgado por Slim contempla también el aumento de la edad de jubilación a los 70 años -en España está establecida a los 67 años-. Tal y como expuso en Ginebra un límite inferior tenía sentido en el pasado, cuando "la gente se moría a los sesenta o poco más, pero ahora vivimos hasta los 85 o los 90 años". Para Slim los gobiernos de los países occidentales deben de reaccionar y proponer medidas que promuevan el cambio generacional de forma progresiva.
Para ello, el empresario defendió el descenso de las jornadas laborales según los trabajadores van envejeciendo. También aseguró en su intervención en la ONU que los países con una alta deuda pública y un elevado déficit, están obligados a elevar la edad de jubilación, sanear sus cuentas y aumentar los ingresos vendiendo activos, en especial infraestructuras. De esta forma "se permitirá la inversión privada en sectores estratégicos y ello dinamizará la economía", aseguró el empresario.