El Ministerio de Hacienda anunció el martes que el conjunto de la Administración Central, Comunidades Autónomas y Seguridad Social registró un déficit de 49.291 millones de euros hasta septiembre, equivalente al 4,8% del PIB, una cifra similar a la del mes anterior. El Gobierno se basa en estas cifras para afirmar que se cumplirá el objetivo de déficit acordado con Bruselas para el conjunto de 2013, fijado en el 6,5% (66.743 millones). Además, Hacienda aclara en su nota que dicha cifra no incluye el superávit de las Entidades Locales, que, muy posiblemente, superará el 0,45% del PIB este año, con lo que el margen fiscal para alcanzar dicha meta es incluso superior.
En concreto, según los datos oficiales difundidos por el Ejecutivo, el Gobierno central presenta un agujero presupuestario de 35.781 millones de euros hasta septiembre (3,49% del PIB); en el caso de las CCAA, éste asciende a 10.220 millones de euros (1%); mientras que en el caso de la Seguridad Social el déficit es de 3.290 millones (0,32%).
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. En realidad, el desequilibrio presupuestario es mayor al anunciado, ya que dichas cifras descuentan el coste del rescate financiero aplicado a lo largo del año. Así, una vez incluidas estas ayudas (casi 5.000 millones), el déficit público real alcanza los 54.113 millones de euros hasta septiembre, equivalente al 5,27% del PIB. De este modo, apenas restan unos 12.600 millones hasta finales de año para no superar el objetivo de déficit fijado por la UE. El margen para no superar el 6,5% del PIB es, por tanto, bastante exiguo.
De hecho, lo más correcto es analizar estas cifras en función del PIB real registrado hasta septiembre, y no en base a la previsión de crecimiento que maneja el Gobierno. Hacienda siempre presenta la cifra del déficit en función del PIB anual, pero éste es una mera estimación por parte del Ejecutivo. Como consecuencia, el déficit varía si, finalmente, no se cumplen las previsiones oficiales de crecimiento. Para 2013, por ejemplo, Hacienda confía en que España cierre el año con un PIB total de 1,026 billones de euros, pero lo único cierto, hasta el momento, es que éste asciende a 756.509 millones en los tres primeros trimestres del año, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), todavía provisionales.
De este modo, el déficit público asciende al 7,2% del PIB acumulado hasta el tercer trimestre, con lo que todo apunta a que será muy difícil que España cierre el conjunto del ejercicio en el 6,5% del PIB anual previsto. Hasta septiembre, el sector público -excluyendo los entes locales-, ingresó 253.487 millones de euros, pero gastó 307.600 millones. Es decir, Gobierno, CCAA y Seguridad Social siguieron gastando un 21,3% más de lo que ingresaron en los nueve primeros meses del año, prueba de que la supuesta austeridad pública brilla por su ausencia.