Ahorrar un 20% en el consumo de energía en toda la UE para el año 2020. Ése es el objetivo fundamental de la nueva directiva europea de eficiencia energética que deberá trasponer el Gobierno antes de julio 2014.
Para conseguirlo, al Gobierno se le ha ocurrido imponer una nueva tasa a las petroleras en forma de impuesto ecológico, según informa el diario Expansión. La tasa se le aplicará a las gasolineras que más vendan ya que se establecerá un límite de ventas de combustible con el fin de reducir el consumo de gasolina.
Las grandes petroleras como Repsol, Cepsa, BP o Galp, serán las principales perjudicadas por el nuevo plan. Cuando éstas sobrepasen el límite implantado por el Ejecutivo, si quieren seguir vendiendo, deberán comprar una serie de "certificados blancos" que le autoricen a despachar más litros.
Esta medida ha hecho saltar todas las alarmas en el sector. Industria todavía no tiene claro cuál es el tope de litros vendidos que va a implantar o si el impuesto se aplicará a cada marca o a cada gasolinera. Las petroleras confían en que se les otorgue cierta capacidad de negociación en un mercado excesivamente regulado y que lleva cuatro años lastrado por la caída del consumo de gasolina en España.