Tal y como ya ocurriera en la primera parte del plan de formación a desempleados de la Comunidad de Madrid, las dos grandes centrales sindicales –UGT y CCOO- se han quedado prácticamente fuera del nuevo reparto de cursos para parados que ha desarrollado el gobierno regional madrileño.
La razón de este nuevo reparto ha sido la disposición de una financiación extra de nueve millones de euros, con los que se han podido ampliar en un 33% las actividades de formación para personas desempleadas previstas inicialmente.
Así, tal y como ha explicado en rueda de prensa este mismo lunes el consejero de Presidencia y Justicia de la CAM, Salvador Victoria, el total de cursos que se impartirá será de 849, en lugar de los 641 previstos en un principio.
Fracaso sindical
Pese a ello, y pese a que también se ha ampliado de 198 a 251 los centros encargados de organizar las actividades, los centros de formación de los sindicatos sólo han logrado acaparar ocho de los casi 850 cursos a impartir, es decir, menos de un uno por ciento.
Salvador Victoria ha explicado que en toda la convocatoria se ha tratado de que pudiesen acceder a la organización de los cursos el mayor número de centros de formación posible, pero que sobre todo se buscado que respondan "a demandas reales del mercado laboral".
Además, el consejero ha recordado que para detectar esas necesidades se han realizado "más de 1.800 encuestas" entre empresarios y autónomos para configurar el programa. Además, se han evitado cursos de materias "como risoterapia o relajación" y se han priorizado aquellos que puedan proporcionar un "acceso inmediato al mercado laboral".
Sin embargo, Victoria no ha querido relacionar este reparto con las noticias que están apareciendo sobre los cursos de formación impartidos de la UGT, que ha calificado como "comportamientos de carácter penal" que no cree que se den "en todas las autonomías".
Último paso para el proyecto Canalejas
Salvador Victoria también ha anunciado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la CAM que el ejecutivo presidido por Ignacio González ha autorizado el último paso para que el proyecto Canalejas sea una realidad.
Se trata de la operación para reformar varios edificios en el centro de la capital y abrir en ellos un hotel de lujo y un centro comercial, en una operación que podría suponer la inversión de unos 500 millones de euros y la creación de 5.000 puestos de trabajo.
Este jueves se ha aprobado la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid para que los seis edificios afectados por el proyecto puedan ser considerados como un bloque único, manteniendo los distintos grados de protección de cada una de las partes.