A Prisa no le salen las cuentas. El grupo presidido por Juan Luis Cebrián está a punto de completar su tercera refinanciación en menos de tres años y ha buscado en los fondos de capital riesgo, o también conocidos como fondos buitre, su mejor aliado.
Según informa el diario el Economista, Prisa ha acordado con dieciséis grupos, casi todos con sede en Luxemburgo, aplazar cinco años los vencimientos de la deuda de 3.231 millones y una línea de liquidez de 353 millones de euros. Por esta cuantía, los fondos de capital riesgo cobrarán una comisión de 99,6 millones, el 28,2% de los fondos extra.
Llama la atención que el grupo de Cebrián busque el balón de oxígeno que necesita en un tipo de fondo de inversión al que ha criticado duramente en casi todos los medios de comunicación que le pertenecen. Ahora, Prisa recurre a estos agentes a los que ha tildado de "oportunistas" y de "especuladores" por entrar en las empresas que están pasando dificultades.
Ante la posibilidad de que dentro de cinco años Prisa no tenga liquidez para hacer frente a sus compromisos, los dieciséis fondos han pactado con la dirección entrar en su capital con un gran descuento. El acuerdo consistiría en la entrega de hasta el 17% de la empresa de Cebrián en acciones convertibles a un precio de ejecución de 0,2672 euros. Un negocio más que rentable para los fondos si se tiene en cuenta que el viernes las acciones cerraron a un precio de 0,36 euros.
Prisa justifica esta operación asegurando que los fondos de warrants "tienen una visión diferente sobre la rentabilidad de la deuda y su horizonte temporal y su estrategia inversora no está necesariamente conectada con la marcha de la sociedad". Aun así, para el grupo editor de El País este acuerdo, con obsequio a los fondos de inversión incluido, "constituye una solución satisfactoria" para su situación financiera.