A menudo escuchamos que las personas de más altos ingresos ("los ricos") son una especie de oligarquía que debe sus ingresos a grandes herencias y apenas paga impuestos. También es común escuchar que las crisis económicas apuntalan a este grupo de personas. Pues bien, un vistazo sereno a la realidad permite desmontar muchos de estos mitos.
Por ejemplo, tal y como demuestran los informes de Barclays sobre la evolución de la riqueza en el mundo, las clases pudientes de Estados Unidos y Europa son las más dinámicas del mundo. Lejos de constituir un "grupo cerrado", el 80% de estas personas ha creado su propia fortuna a lo largo de su vida a base de trabajo y/o inversiones. La situación es diferente en otras partes del mundo: por ejemplo, en Oriente Medio la riqueza heredada supone casi el 50% del total, mientras que en América Latina asciende al 36%.
¿Qué características definen a los ricos del mundo, de acuerdo con las investigaciones de Barclays? En primer lugar, hablamos en la mayoría de los casos de individuos emprendedores, que prefieren dirigir su propia compañía a ser asalariados; en segundo lugar, se trata de personas muy dinámicas, con cierto apetito por el "riesgo"; en tercer lugar, hablamos de personas que toman un rol activo en el ámbito filantrópico.
¿Pagan pocos impuestos?
Desmentido ya el carácter "oligárquico", abordemos el tema de los impuestos. ¿Es acaso cierto que los españoles más ricos apenas rinden cuentas ante el Fisco? Basta con analizar los datos de recaudación de Hacienda para comprobar que estamos ante otra falacia:
- En España, el 20% más rico aporta el 60% de toda la recaudación obtenida por el Impuesto sobre la Renta. Dicho grupo engloba a contribuyentes con ingresos superiores a los 33.000 euros, por lo que no hablamos de un quintil enormemente pudiente.
- Si subimos al 5% más rico, vemos que sus ingresos anuales son de más de 84.000 euros. De nuevo, ni siquiera estamos ante patrimonios exorbitantes; no obstante, su aportación a la recaudación por IRPF sube al 20% del total.
- Centrándonos en el 1% más rico, los datos de Hacienda nos dicen que generan el 16% de todos los ingresos conseguidos por este gravamen.
Si el 1% más rico desapareciese, se generaría un agujero presupuestario significativo. De hecho, para seguir recaudando lo mismo, sería necesario aumentar el IRPF al resto de contribuyentes por valor de 10.000 millones de euros. Aumentando el rango, y suponiendo que España pierde al 20% más rico, la subida de impuestos que tendrían que asumir los contribuyentes para mantener constantes los ingresos ascendería a casi 40.000 millones de euros. Esto equivale a que cada persona con ingresos por debajo de los 30.000 euros pague anualmente al Fisco 2.600 euros más.
Hasta aquí el impacto de las rentas altas en el IRPF, pero también debemos tener en cuenta que los españoles de ingresos más altos generan más ingresos fiscales por otras vías. Por ejemplo, son el colectivo al que se dedica el Impuesto sobre el Patrimonio, un gravamen que ha desaparecido en buena parte del mundo pero que en España sigue en vigor (con la salvedad de la Comunidad de Madrid).
El 1% más rico de España
Hablar del 1% más rico de España es referirse a un grupo integrado por alrededor de 370.000 personas. Su renta media es de 153.000 euros, por lo que no hablamos de una elite especialmente pudiente, al menos en comparación con la de otros países de nuestro entorno. De hecho, el 1% más rico de España atesora el 8% de la renta nacional frente al 11% de Suiza, el 10% de Italia, el 9% de Francia. En los países nórdicos, su peso sobre el total se asemeja al de España.
Que España no es un país de grandes fortunas lo demuestran los índices dedicados a medir la residencia de estos patrimonios. El informe de UBS sobre los multimillonarios del mundo señala que Madrid (1.135) tiene seis veces menos multimillonarios que Londres (6.360) y tres veces menos que París (3.195). Otras urbes europeas como Dusseldorf, Hamburgo, Frankfurt, Roma o Génova también están por delante de la capital española.
Cierto es que el patrimonio de los españoles más ricos ha crecido un 10% en 2013, de acuerdo con el índice de riqueza global de Crédit Suisse. Sin embargo, este dato debe ser explicado para comprender la dinámica que entraña: en realidad, no se ha producido una recuperación significativa de los ingresos corrientes de este colectivo, sino que los principales factores que explican su mejor posición patrimonial son la apreciación del euro frente a otras divisas y la atenuación de la caída de los precios inmobiliarios. Otro motivo significativo es el rebote del Ibex 35 a lo largo del presente año, si bien el mercado de valores españoles sigue muy por debajo de los máximos alcanzados hace años.
Por otro lado, al margen de las comparaciones entre 2012 y 2013, lo cierto es que ampliando a un lustro nuestro análisis podemos comprobar que la crisis también ha golpeado duramente a los españoles más ricos. Lo podemos ver comprobando la evolución de su renta media: hoy es de 153.000 euros. Pero en 2006 ascendía a 240.000 euros. Hablamos, por tanto, de una caída superior al 35%.
¿Cómo enriquecer al 99% restante?
Comparando las declaraciones tributarias de la última década, podemos ver que la clase media española se ha ensanchado notablemente a pesar de la crisis. El grupo de españoles con ingresos de entre 12.000 y 21.000 euros anuales crece de 4,2 a 5,2 millones de declarantes. Para rentas comprendidas entre los 21.000 y los 30.000 euros, pasamos de 2 a 3 millones de declarantes. Por otro lado, el grupo de personas con ingresos inferiores a 12.000 euros asciende hoy a 7,6 millones de declarantes, mientras que en 2003 superaba los 7,8 millones.
Pese a esta evolución positiva, es evidente que España necesita enriquecer a sus clases medias. Para conseguirlo, conviene revisar la fiscalidad vigente en nuestro país:
- Los impuestos al trabajo reducen un 42% el sueldo de los trabajadores. El coste de las cotizaciones sociales asciende a una media de 10.812 dólares en España, un 35% por encima de la media de la OCDE (6.796 dólares).
- El esfuerzo fiscal en España es un 20% más alto que la media europea, tal y como confirman datos de Gestha. De hecho, la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios ha señalado que este indicador se sitúa en el 40%, el nivel más alto de toda la UE.
- El trabajador español medio paga 8.667 euros al año en impuestos. De hecho, como explica la economista Cristina Berechet, "los trabajadores dedican la mitad de sus ingresos a cumplir con Hacienda. La renta media española está gravada al mismo nivel que en Suecia o Finlandia… con la única diferencia de que la renta de estos países casi duplica a la española.
- Entre 2006 y 2012, los impuestos al ahorro se han disparado un 80%.
Por otro lado, también es importante mejorar indirectamente otros aspectos que presionan a la baja el patrimonio de los españoles: malos resultados del sistema educativo, falta de cultura inversora y financiera, hostilidad hacia capitalismo, obstáculos al crecimiento de las PYMES, rigidez laboral, etc.