Tras dos lustros de políticas liberales, Madrid no sólo se ha consolidado como la autonomía más rica de España y una de las regiones más prósperas de la UE sino que, además, se ha convertido en el motor económico del país. Desde que Esperanza Aguirre logró la Presidencia de la Comunidad en 2003, su política se ha caracterizado por los impuestos bajos, la austeridad presupuestaria y una creciente liberalización económica con el fin de facilitar la actividad empresarial.
Y su sucesor en el cargo, Ignacio González, ha mantenido intacto este rumbo, tal y como refleja el Proyecto de Presupuestos para 2014, presentado el martes. No en vano, el presidente autonómico acaba de anunciar la mayor rebaja fiscal a nivel regional de la historia de España, por un importe de 357 millones de euros el próximo año, mediante una nueva bajada del IRPF, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados e Hidrocarburos.
La autonomía más rica
El resultado de esta estrategia se ha traducido en una renta per cápita casi un 30% superior a la media nacional. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Madrid registró en 2012 un PIB por habitante de 29.385 euros, frente a la media nacional de 22.772. De este modo, se situó como la segunda región más rica de España, tan sólo superada por País Vasco (30.829 euros), alzándose, por tanto, como la autonomía de régimen común -exceptuando los fueros vasco y navarro- más próspera del país.
Asimismo, desde que estalló la crisis, Madrid ha mostrado una mayor resistencia a las dificultades económicas, con una tasa de paro casi 7 puntos inferior a la media nacional y un crecimiento mejor que el del conjunto de España gracias a las mayores facilidades para crear empresas, la elevada captación de inversión extranjera y su apertura económica. En este sentido, el PIB de Madrid acumula un aumento del 33,3% entre 2000 y 2012, frente al 20,5% del conjunto de España, tras registrar un crecimiento medio anual del 2,43%, frente al 1,57% de media nacional.
Además, el Gobierno madrileño estima que el PIB regional caerá un 0,64% en 2013, la mitad que el conjunto de España, y prevé que avanzará más de un 1,5% en 2014, duplicando la media del país (0,7%) y liderando así la recuperación económica. De hecho, ha sido la primera comunidad en salir de la larga e intensa recesión que ha sufrido España desde 2011, tras crecer ligeramente en el segundo trimestre. Es decir, Madrid crece más que la media en los ciclos expansivos y sufre una caída más suave en los recesivos, lo cual se traduce en una menor tasa de paro.
Menor presión fiscal y reducido sector público
Y ello ha sido posible aplicando los impuestos autonómicos más bajos del país. Madrid, a diferencia de la práctica totalidad de Administraciones Públicas, no ha subido los impuestos durante la crisis y ahora, una vez superada la recesión, apuesta decididamente por las rebajas fiscales.
La futura Ley de Medidas Fiscales y Administrativas para 2014 anunciada por González incluirá una bajada de 1,6 puntos extra en el tramo autonómico del IRPF, la devolución del polémico céntimo sanitario a más de 64.200 profesionales del transporte, una reducción de un punto en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, hasta situarlo en el más bajo de España (6%), y una rebaja del 25% en Actos Jurídicos Documentados. Gracias a las reducciones fiscales aprobadas desde 2003, los madrileños se han ahorrado una media de 700 euros al año en la última década, y con estas nuevas medidas esta cifra ascenderá a un total de 1.110 euros en 2014.
De este modo, Madrid se consolidará, un año más, como la región con una menor presión fiscal de España y la que exige a sus contribuyentes un menor esfuerzo tributario (pago de impuestos en función de la renta). En 2012, tan sólo Baleares contó con una presión fiscal inferior. Madrid, con una recaudación equivalente al 9,9% de su PIB, disfrutó el pasado año de una presión fiscal muy inferior a la de Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Asturias o Cataluña.
Fuente: Civismo
Algo similar sucede con el sector público, ya que el gasto regional se situó en apenas el 14% de su PIB bruto, el más bajo a nivel autonómico, al tiempo que dispone de unos servicios públicos eficientes y de calidad, como es el caso de la Sanidad o la Educación.
La más austera
Además, el hecho de contar con el marco fiscal más favorable no se ha traducido en un mayor déficit público sino todo lo contrario. Madrid siempre ha cumplido los objetivos de déficit, a diferencia de lo acontecido en otras autonomías. De hecho, presenta el déficit medio más bajo desde 2008, tan sólo un 1% frente al 2,4% de media regional, y en 2014 prevé cumplir con el límite del 1% acordado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera el pasado verano.
Como consecuencia, Madrid también registró el menor endeudamiento regional en 2012 (10,7%), y la deuda media más baja desde 2008 (12,1% frente al 18,9% del conjunto de regiones).
Si se compara con el resto de regiones, se observa que la carga de la deuda por ocupado ascendió el pasado año a 7.384 euros, una cuantía muy inferior a los 17.475 euros de Cataluña. Asimismo, los madrileños pagaron 239 euros al año en intereses por la deuda regional frente a los 690 de los catalanes.
Fuente: Civismo
La región más libre
Si a todo ello se suma su favorable regulación, Madrid se sitúa como la comunidad más libre del país, según el último índice de Libertad Económica (ILE) elaborado por el think tank Civismo, correspondiente a 2011, por ser la que más facilidades otorga a las empresas y cuenta con un sector público más reducido. Por el contrario, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura aparecían entonces como las más intervencionistas -y también las más pobres-.
Y la más solidaria
Por último, Madrid es la comunidad más solidaria de España, es decir, la que más aporta al sistema de financiación autonómica para sostener los servicios públicos en las regiones menos prósperas. Así, de los 67.612 millones de euros que se recaudan en la comunidad, tan sólo recibe 11.184 millones a través del modelo vigente.
Los madrileños aportarán el próximo año 3.310 millones de euros para financiar servicios esenciales de otras autonomías, a los que hay que añadir 592 millones extra para otros gastos del Estado. Como resultado, cada madrileño aportará a la solidaridad interterritorial unos 381 euros en 2014, mientras que un catalán contribuirá cuatro veces menos (92 euros), un balear menos de la mitad (162) y un cántabro con sólo 27.
Además, el modelo vigente restará 300 millones en ingresos a la región en 2014, que, sumados a los 1.000 millones perdidos en 2013, suponen una merma total de 1.300 millones de euros en ingresos fiscales para Madrid en apenas dos años.