La Comisión de Expertos diseñada por el Gobierno presentará en febrero su propuesta de reforma fiscal. Todavía se desconoce la letra pequeña del proyecto, pero las grandes líneas ya están avanzadas. Según publica Cinco Días, el Ministerio de Hacienda estudia bajar tipos y reducir tramos del IRPF, al tiempo que elimina deducciones en Sociedades, eleva la tributación sobre el consumo y refuerza la fiscalidad sobre el patrimonio.
Baja el IRPF
En la actualidad, este impuesto cuenta con siete tramos -en 2010 eran solo cuatro- y un gravamen máximo del 52% frente al 43% vigente antes de la crisis -algunas comunidades como Cataluña han utilizado su capacidad normativa para elevar hasta el 56% el tipo máximo para las rentas más altas-. La idea consiste en rebajar tramos y tipos impositivos, especialmente los más elevados. Asimismo, es previsible que se amplíen los mínimos exentos personales y familiares, sobre todo para los contribuyentes con hijos, es decir, los umbrales mínimos de renta a partir de los cuales se empieza a tributar.
Más impuestos sobre el consumo
Por otro lado, numerosos economistas y organismos internacionales coinciden en la necesidad de rebajar la tributación sobre el trabajo -IRPF y cotizaciones sociales- a cambio de elevar la presión fiscal sobre el consumo. En este sentido, desde Bruselas se aboga por eliminar los tipos reducidos de IVA (4% y 10%) para gravar todos los bienes y servicios al tipo general del 21%.
El Gobierno, sin embargo, no contempla esta opción, pero todo apunta a que elevará la fiscalidad sobre el consumo ampliando el listado de productos que pasan al régimen general y elevando los Impuestos Especiales.
Menores deducciones en Sociedades
Los expertos plantearán eliminar más deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades para elevar así la presión tributaria sobre las grandes empresas. A cambio, se estudia reducir el tipo máximo del 30%, uno de los más elevados de la UE.
Impuestos sobre el ahorro
Muy posiblemente, el departamento que dirige Cristóbal Montoro mantendrá la tributación por tramos en función del período de generación de las plusvalías. Actualmente, los beneficios obtenidos en menos de un año se incorporan al tramo general del IRPF, que alcanza un tipo del 52%; pero si la plusvalía se ha generado en más de 12 meses, los beneficios tributan por la tarifa del ahorro que fija un gravamen del 21% para los primeros 6.000 euros de beneficio y del 25% para ganancias entre 6.000 y 24.000 euros; a partir de ese nivel, la carga fiscal asciende al 27%. El compromiso de Hacienda en este ámbito consistiría en rebajar los tipos impositivos. Asimismo, tampoco se descarta ampliar los beneficios fiscales que se aplican a las aportaciones para los planes de pensiones privados.
Castigo a la riqueza
Por último, más allá del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que es un tributo municipal, se mantendrá el Impuesto de Patrimonio, pese a que el PP prometió su eliminación. Hacienda ideará un nuevo modelo de tributación patrimonial, que estaría vinculado al IRPF.