La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre arroja una serie de datos relevantes en materia laboral. En los últimos trimestres, coincidiendo con la plena entrada en vigor de la reforma laboral a mediados de 2012, tanto el aumento del paro como la destrucción de empleo se han ido atenuando de forma gradual. Sin embargo, en los últimos tres meses, estos favorables indicios se han acentuado.
El número de parados bajó en 72.800 personas respecto al segundo trimestre (-1,2%), hasta situarse en un total de 5.904.700, el mayor descenso registrado en este período desde 2005. De este modo, la tasa de paro baja 0,28 centésimas, hasta el 25,98%, por segundo trimestre consecutivo, lo cual no sucedía desde 2006. Mientras, a nivel interanual, el volumen de desempleados aumenta en 126.700 personas (2,19%), pero se trata de un ritmo muy inferior al del pasado año.
Otro dato significativo es que el paro acumula un descenso de 60.700 personas en los nueve primeros meses de 2013, algo inédito desde que estalló la crisis. De hecho, esta caída es muy superior a la registrada en el mismo período de 2007 (-18.700) y similar a la de 2006 (-76.300)
Pese a ello, esta bajada del paro hay que relacionarla con la caída de la población activa, el llamado efecto desánimo y los tradicionales factores estacionales, Así, según la patronal de empresas de trabajo temporal (Asempleo), la población activa se ha reducido en 370.400 activos en el último año, lo cual indica que el mercado laboral "no es todavía capaz de generar expectativas entre los desempleados, que están abandonando la búsqueda activa de empleo de una forma considerable".
Este fenómeno se explica por la emigración a otros países en busca de oportunidades laborales, por tomarse un tiempo para formarse y recualificarse o por el desánimo a la hora de encontrar empleo, lo que les lleva a la inactividad. Además, todo el empleo creado en el tercer trimestre proviene del sector servicios, marcado por la campaña de verano, "sin que se observe ningún dinamismo en el resto de sectores", advierte. Aún así, la evolución del paro muestra que el intenso deterioro laboral de los dos últimos años está llegando a su fin.
Creación de empleo privado
En este sentido, más allá de la tasa de paro, lo importante es que la economía logró crear empleo por segundo trimestre consecutivo, lo cual no sucedía desde 2010. El número de ocupados aumentó en 39.500 personas en el tercer trimestre, hasta situarse en un total de 16.823.200 (0,24%). Por otro lado, aunque en el último año el empleo se ha reducido en 497.100 personas (-2,87%), se trata del menor ritmo de destrucción laboral en un tercer trimestre desde 2011.
Pero el dato más importante se observa al analizar la distinta evolución que presenta el sector público y privado. Así, mientras que el empleo privado sube en 52.000 personas respecto al segundo trimestre, hasta un total de 13.992.600, el empleo público retrocede en 12.600 personas, hasta los 2.830.600.
Es la primera vez que el sector privado crea empleo en un tercer trimestre desde 2007, y la primera vez que aumenta durante dos trimestres consecutivos desde el estallido de la crisis. En concreto, el empleo privado ha crecido en 203.800 personas entre marzo y septiembre, algo inédito en este mismo período desde 2007, cuando se generaron casi 442.000 puestos de trabajo.
Por último, si bien el número total de ocupados desciende en casi 134.000 personas en lo que va de año, el menor incremento desde 2010 (-99.100), es importante señalar la distinta evolución que presenta desde entonces el empleo público y privado: el empleo privado retrocede en 47.300 personas en los tres primeros trimestres de 2013, mientras que el público cae en 86.600, casi el doble; por el contrario, en el mismo período de 2010, el empleo privado descendía en 209.400 personas, pero el público aumentaba en 110.200.
Dicho de otro modo, en los nueve primeros meses del año, el 35% de la destrucción laboral se concentra en el sector privado, y el 65% restante en el público; en 2010, por el contrario, toda la destrucción laboral se concentraba en el sector privado, ya que el número de empleados públicos aumentaba.