Iberdrola registró un beneficio neto de 2.274,8 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 3% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, afectado por las medidas regulatorias en España y Reino Unido, según ha informado la eléctrica este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Ante esta situación, la compañía eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán asume un impacto regulatorio de 1.010 millones de euros en sus resultados que le obliga a reducir la retribución al accionista. Así, el precio de recompra del próximo scrip dividend será de, al menos, 0,125 euros por acción (-10%), a pagar en enero de 2014. En concreto, tras revisar su política de dividendos, la eléctrica ha fijado el pay out (la parte del beneficio que destina a dividendo) entre el 65 y el 75%, en línea con el de las compañías con un perfil de negocio similar.
No obstante, el efecto de las medidas regulatorias en España y otros países ha sido compensado en parte por la gestión desarrollada y las medidas de eficiencia, hasta reducir dicho impacto a 240 millones de euros. En concreto, los impactos regulatorios (antes de impuestos) en España durante los nueve primeros meses ascendieron a 503 millones de euros.
Entre enero y septiembre, las ventas se situaron en 24.216,8 millones de euros, un 4% menos, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 5.542 millones de euros, lo que supone también una caída del 4%. Por su parte, el resultado neto de explotación (Ebit) cayó un 52,3%, hasta los 1.634,8 millones de euros, consecuencia de provisiones extraordinarias relacionadas con el saneamiento del valor de proyectos renovables y activos de gas.
El margen bruto ascendió a 9.459,2 millones de euros, lo que supone un aumento del 1,8%, impulsado por el área de generación y comercial (+6,1%) y renovables (+5,4%) que compensan la caída del negocio de redes por el impacto regulatorio en España y la evolución en Brasil.
La partida de tributos continúa en aumento (+45%) y ascendió a 1.268 millones de euros hasta septiembre, de los que 800 millones corresponden a España, donde se duplicaron en el periodo. Asimismo, el flujo de caja operativo alcanzó los 4.406 millones de euros y supera la inversión realizada en todos los negocios, que ascendió a 2.171 millones de euros entre enero y septiembre. Por último, la deuda neta ajustada desciende en 3.310 millones de euros y el apalancamiento baja hasta el 44,9%, mejorando así los ratios financieros.