Impuestos más sencillos, menos regulación para las empresas, impulso a la educación secundaria (sobre todo FP) y finalizar la reforma laboral. Estos son los deberes que el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el think-tank que las grandes empresas crearon en 2011 para la promoción de la economía española, le ha puesto este jueves a Mariano Rajoy.
César Alierta ha sido el encargado de presentar el último trabajo del organismo, España emprende y exporta. El presidente de Telefónica se ha mostrado moderadamente optimista. De hecho, casi todo el informe es una reivindicación de la economía española, de sus fortalezas y sus logros en los últimos años.
Pero los autores del estudio no creen que todo el trabajo esté hecho. Las grandes empresas representadas en el CEC (Telefónica, El Corte Inglés, Santander, Mango, Inditex, Acciona, BBVA,...) han dejado un pequeño espacio para los deberes pendientes. Incluso aunque aseguran que "España ha sido el país más reformista de la OCDE" en los últimos años, piden al Gobierno que acabe la tarea. Hay cuatro áreas en las que es necesario dar un paso más:
- Impuestos: la fiscalidad ha sido el único punto en el que los ponentes del acto del jueves deslizaron una pequeña crítica al Gobierno. Fernando Casado, director del CEC y de Instituto de la Empresa Familiar, ha apuntado que "las últimas medidas no marchan" en la línea requerida para el crecimiento de la economía española. Y lo mismo se dice en el documento oficial, que pide una "reforma de la fiscalidad que no aumente la carga impositiva, pero se fije un triple objetivo: ser más sencilla, más transparente y más equitativa".
- Reforma laboral: en esta cuestión, las grandes empresas dan al Gobierno una de cal y una de arena. Por un lado, admiten que hay "señales de mejora en el mercado laboral" gracias a la reforma. Además, pronostican que habrá creación de empleo en 2014 y se generarán nuevos puestos de trabajo netos con crecimientos del PIB inferiores al 1,5% (antes había que llegar al 2,5%). Sus cuentas les dan un millón de empleos netos de aquí a 2020.
Eso sí, hay al menos dos aspectos en los que siguen exigiendo cambios. No son una novedad. Son dos de las cuestiones que organismos internacionales y expertos han señalado en varias ocasiones. Para el CEC, es necesario "simplificar el número de contratos" y hacer cambios en "las políticas activas de empleo". O lo que es lo mismo, cargarse la maraña de modalidades existentes (no se ha hablado de ningún número; uno, tres o cinco) y reformar la formación de los desempleados, para ayudarles a reintegrarse en el mercado laboral. El Gobierno ha anunciado una pequeña reforma en este último punto y apenas una simplificación administrativa en lo que tiene que ver con los contratos, pero nada más.
- Tamaño de las empresas: éste es un de los grandes problemas de la economía española. Y uno del que no se habla mucho. En España, muchas de las normas que se han aprobado en los últimos años para impulsar la actividad empresarial se han limitado a las pymes. Parece que el "emprendedor" se lo merece todo, pero no el "empresario" (vamos, el emprendedor que ha tenido éxito).
El CEC cree que es imprescindible "aumentar el tamaño de las empresas para poder exportar más". En su opinión, "muchas compañías españolas tienen todos los ingredientes para tener éxito: un producto diferenciado y tecnología", pero les falta volumen para dar el salto internacional y competir en el extranjero. Hay que recordar que, a igualdad de tamaño, las empresas españolas son igual de competitivas que las alemanas, aunque en ambos países las grandes son más productivas. El problema es que allí el número de compañías con más de 100-200 empleados es relativamente alto y aquí son la excepción. ¿Y qué hacer? El CEC apuesta por "reducir la regulación y mejorar el sistema impositivo". Básicamente, no penalizar (como se hace ahora) a las empresas por alcanzar un determinado tamaño.
- Educación secundaria: es una de esos problemas que la economía española arrastra desde siempre, del que se habla a menudo, pero al que nadie se enfrenta. El nivel de licenciados en la universidad es similar en España al de otros países de Europa. El problema está en las etapas anteriores. Más de la mitad de los estudiantes acaba sólo con el título mínimo requerido (que sería el de la ESO) o incluso sin llegar a ese nivel.
El gran agujero a cubrir sería el de la educación secundaria superior, especialmente en las enseñanzas técnicas. Hablamos de la FP. Este jueves, el CEC ha repetido que "la educación secundaria es la que lastra el mercado laboral juvenil" y ha pedido que la reforma educativa ponga un "foco especial" en este campo. El ministro de Educación ha abierto la puerta a una reforma en este campo, dirigida a integrar a las empresas y los institutos, aunque sin llegar a la FP Dual, el exitoso sistema que siguen en Alemania, Suiza o Austria.