La nueva Directiva europea antitabaco ya es una realidad. El Parlamento aprobó el miércoles por 560 votos a favor, 92 en contra y 32 abstenciones, la normativa sobre el tabaco que podría cambiar este concepto tal y como se conoce hasta ahora. La nueva regulación arremete contra los cigarrillos desde dos frentes: su sabor y sus envases.
La industria tabaquera lleva meses advirtiendo de los peligros que entraña la entrada en vigor de dicha norma para un sector castigado por una excesiva regulación y sistemáticas subidas de impuestos. "Estamos muy preocupados por los efectos económicos que tendrá esta Directiva en la actividad de nuestra industria", ha asegurado el portavoz de la Mesa del Tabaco, Juan Páramo, a Libre Mercado. La Mesa del Tabaco es una organización compuesta por la CEOE y por todas las empresas y asociaciones que se dedican al cultivo, transformación, fabricación, distribución y venta de tabaco en España.
A pesar del elevado nivel de restricción de la norma europea, se han rechazado algunas proposiciones que contemplaba el texto inicial y que hacían más prohibitiva la norma. "Aunque podría ser peor, las medidas siguen siendo desproporcionadas", denuncia el portavoz. Éstas son las principales medidas que han acordado los eurodiputados:
1- Los ingredientes: pretenden eliminar el uso de determinados ingredientes caracterizadores del sabor de los cigarrillos para homogeneizarlos y que sea más difícil distinguir unas marcas de otras. La lista de los ingredientes está en proceso de elaboración. "Quieren hacer tabaco de marca blanca", explica Páramo. "El criterio que se seguirá para eliminar los ingredientes será exclusivamente ése, no el que sean ingredientes más nocivos que otros para la salud", añade. Si todo el tabaco sabe igual, las compañías tabaqueras sólo contarán con el precio para poder competir entre ellas y, por consiguiente, tendrán que bajar ese precio para mantenerse en el negocio. Esto echa por tierra el objetivo de la Directiva europea de desincetivar el consumo.
2- Aromas y sabores: prohibirán los cigarrillos de sabores (como los de fresa o vainilla) en 2016 y los cigarrillos mentolados en 2021, por resultar "atractivos" para el fumador. A ningún cigarrillo se le podrá atribuir propiedades como light, natural o suave. Literalmente, quieren que "el tabaco sólo sepa a tabaco".
3- Los cigarrillos finos: no se prohibirán los cigarrillos finos, otra de las medidas encaminadas hacia la estandarización, pero los fabricantes deberán cambiar la estética de sus cajetillas "para que no llamen la atención de las mujeres".
4- Paquetes de menos de 20 cigarrillos: finalmente, sí se prohibirá esta variante y también los paquetes de picadura de liar que contengan menos de 20 gramos de tabaco.
5- Advertencias en el 65% del paquete: aumenta hasta en el 65% la superficie que debe cubrir el envase con advertencias sanitarias (ahora está en el 40%). Esto dejaría sólo un 20% de la cajetilla para que la empresa tabaquera comunique su marca, ya que en el otro 15% hay que colocar la prohibición a menores y el sello de la Administración Tributaria. Este punto se ha suavizado ya que en un principio se estableció que fuera en un 75%. Lo que también se modifica es la posición donde estarán ubicadas estas advertencias: en la parte superior del envase.
6- Las máquinas expendedoras: no se implantarán unas tarjetas específicas para comprar tabaco en las máquinas expendedoras. La medida tenía el objetivo de dificultar la compra de tabaco a los menores y llama la atención que no se vaya a aplicar.
7- Los estancos: tampoco se obligará a los estanqueros a mostrar sólo una cajetilla por marca. Pero en este punto hay un matiz ya que si las advertencias sanitarias tienen que estar situadas en la parte de superior de los envases de cigarrillos, distinguir la marca cuando los paquetes estén expuestos en el lineal de los estancos va a ser una tarea difícil.
9- Promociones: no se prohibirá realizar cualquier tipo de promoción (ofertas, cupones, regalos promocionales...) dentro de los estancos, tal y como se planteó en un principio.
8- Liberalización del cigarrillo electrónico: la norma considera que el cigarrillo electrónico estándar no es un producto medicinal, por lo que se podrá comercializar en "otros establecimientos" y no sólo en las farmacias como hasta ahora. Si una compañía quiere catalogar su cigarrillo electrónico como un producto sanitario deberá demostrar su efectividad con un estudio previo.
El Gobierno, del lado del sector tabaquero
Varios parlamentarios defensores a ultranza de las restricciones al tabaco han denunciado que la presión del lobby tabacalero ha sido constante durante todo el proceso. Preguntado por este asunto, Juan Páramo ha declarado que "el lobby tabaquero, como dicen, no hace más que trabajar por los intereses del sector de manera legítima y transparente. Nosotros tenemos el derecho y el deber de defender al sector y a los 56.000 empleos que genera en España".
Ahora, le toca a los gobiernos de los Estados miembros y a la Comisión Europea negociar en la redacción del texto definitivo antes de que acabe al año. Ésta es una ley de mínimos, ya que después cada Gobierno podrá aportarle todos los añadidos que considere oportunos. Desde la Mesa del Tabaco, se muestran confiados en que el Gobierno de España obrará a favor de los intereses del sector.
De hecho, el pasado mes de febrero el Congreso de los Diputados aprobó una resolución por amplia mayoría de los grupos parlamentarios (PP, PSOE, Coalición Canaria y UPN) en el que mostraba su apoyo al sector del tabaco ante los riesgos que supone la Directiva. En esta proposición no de ley, el Congreso manifestaba su preocupación ante las graves e indeseadas consecuencias económicas que podría tener para España, tercer productor de tabaco en el conjunto de la UE.