El presidente mantiene sus previsiones de crecimiento. En su opinión, el Gobierno ha sido conservador en sus cifras e, incluso, opina que las cosas pueden ir a mejor. Y de ahí que el último informe del Fondo Monetario Internacional haya supuesto un verdadero jarro de agua fría que fuentes del Ejecutivo trataron de rebajar y poner en contexto. El propio Mariano Rajoy no viró en absoluto su discurso: en 2014 "vendrá la recuperación económica".
Optimismo moderado, pero nada de lanzar las campanas al vuelo. De hecho, el tono fue más bajo al utilizado en sus últimos viajes internacionales -Estados Unidos, Kazajistán y Japón-, donde pronunció discursos más triunfalistas. En el Senado, defendió que "darle la vuelta a esta situación no se hace en un día" pero que los indicadores son positivos. "La situación de empleo será mejor el año que viene", prometió, a pesar del augurio del FMI.
Rajoy, que no hizo referencia a las posibles reformas que están por llegar, se limitó a recordar que España ya ha salido de la recesión y "la financiación de las administraciones y las empresas ha mejorado" gracias a la paulatina bajada de la prima de riesgo. También enumeró otras cifras, como la de la inversión extranjera e, incluso, la del paro. Sobre este último -"el problema capital", reconoció-, sacó pecho de que “en lo que va de año” el país vive "el mejor dato desde el 97", también en el marco de los jóvenes.
"Se está produciendo una mejoría. Una mejoría leve. Y el año que viene las cosas irán a mejor", proclamó el presidente. El PSOE, por el contrario, apagó las luces de la recuperación: "No vemos ninguna señal y los Presupuestos no nos invitan a nada bueno", en palabras de Marcelino Iglesias.