Wall Street vivió una apasionada mañana de negociaciones en torno a Tweeter, una empresa en crisis que nada tiene que ver con Twitter, pero que gracias al parecido de sus nombres capitalizó el interés despertado por la próxima salida a bolsa de la red social.
Tweeter Home Entertainment Group, compañía de productos electrónicos declarada en bancarrota en 2007, experimentó tres horas y media de gloria inesperada que los analistas terminaron por achacar a la ceguera de algunos inversores demasiado ansiosos por comprar títulos de Twitter, que aún no están disponibles.
La confusión llevó a que las autoridades optaran por suspender la cotización de Tweeter poco después del mediodía, para entonces sus activos ya habían ganado un 684,6 % con respecto a su precio de apertura.
El jueves una participación de Tweeter, de símbolo bursátil TWTRQ, costaba menos de un centavo, ahora vale algo más de cinco, aunque en un momento llegó a negociarse a 15 centavos.
En total se realizaron más de 14 millones de intercambios de títulos de TWTRQ, el mayor volumen desde que hace seis años entrara en quiebra, y todo menos de 24 horas después de que Twitter hiciera público que saldría a bolsa con la nomenclatura TWTR, igual que Tweeter pero sin la "Q" final.
A este absurdo se añade que Tweeter ni siquiera cotiza en el mercado organizado neoyorquino, el de los índices Nasdaq y Dow Jones, ya que carece de entidad para ello y sus acciones se mueven directamente entre intermediarios con el sistema paralelo OTC ("Over The Counter").
El debut de Twitter
Twitter, que aún no ha dicho si fluctuará en el Nasdaq o en la tradicional Bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange), presentó el jueves a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) la documentación previa a su debut bursátil con el que espera lograr 1.000 millones de dólares.
Esa oferta pública inicial (IPO) es la más importante de una empresa de Silicon Valley desde que Facebook aterrizara en Wall Street en mayo de 2012.
Una vez concluidas la serie de adquisiciones que se fijaron para este año, la última firma de anuncios MoPub, a los directivos de la red social les entró la prisa y se propusieron poner a cotizar a Twitter cuanto antes, algo que podría ocurrir en noviembre.
Los números de la red social hablan de una empresa que gasta más de lo que gana, cuyos ingresos crecen con fuerza pero cada año algo menos, y cuyo futuro pasa por expandirse y seguir gastando, para lo que necesita financiación.
"Hay una tendencia de caída de ingresos trimestrales desde 2012. Esto nos ha decepcionado", dijo a Efe la analista de PrivCo, Adriana S. de Lozada, a quien también le llamó la atención negativamente lo extremadamente dependiente que es la red social de su negocio en EEUU.
En sus casi 8 años de vida, Twitter se ha consolidado como una empresa de presencia global y la mayor parte de sus usuarios residen fuera de EEUU, sin embargo, menos de un 20 % de sus ingresos en 2012 se originaron fuera de este país.
A nivel internacional la tasa de ingreso por usuario es menos de la mitad de la que se produce en Estados Unidos. Detrás de esto, según Twitter, está la competencia de compañías locales como Sina Weibo (China), Line (Japón), Kakao (Corea del Sur) y los problemas inherentes de lidiar con otras legislaciones y contextos sociales.
Desde PrivCo, entidad especializada en la investigación de empresas no cotizantes, apuntaron además el hecho de que Twitter esté en todas partes, y tenga servidores para atender un repentino incremento de mensajes en su red social, supone unos costes que pesan mucho en sus cuentas.
"Es un riesgo para el negocio", explicó De Lozada. Tanto Google como Facebook tenían más diversificadas sus ganancias cuando irrumpieron en Wall Street, donde a tenor de lo ocurrido con Tweeter, Twitter no tendrá problemas recaudatorios