Panrico lleva desde 1963 acercando la bollería a hogares, bares y cafeterías españoles. La dueña de marcas como Donuts o Donetes es líder en el mercado nacional de bollería. Sin embargo, desde hace unos años no atraviesa por sus mejores momentos. Este martes, Panrico presentaba el preconcurso de acreedores para intentar evitar la quiebra. La compañía había empezado a sufrir la congelación de las líneas de circulante y la de los proveedores de azúcar, aceite, harina y huevos.
"El preconcurso no cierra ninguna vía de negociación, las negociaciones en curso proseguirán, pero en el marco de un nuevo escenario", detallaba la compañía en un comunicado. "Esta decisión es buena para la compañía en la situación en la que se encuentra y protege el camino a una solución consensuada que garantice la viabilidad de nuestra empresa. El tiempo es nuestro mayor adversario, pero el compromiso de la dirección es total para explorar todas la vías existentes que garanticen un futuro a Panrico", aseguraba.
Más de 50 años haciendo Donuts
Andrés Costafreda creó junto a la familia Rivera la sociedad limitada Panificio Rivera Costafreda (Panrico) hace más de 50 años. La empresa comenzó a vender bollería y a crear nuevos productos como los famosos Bollycaos, que revolucionaron la merienda de los niños españoles en los años 80 y 90.
En 1985, la empresa dirigida por Costafreda empieza a mirar al exterior y abre su primera fábrica en Portugal. En 1997, se lanzaron al mercado asiático para continuar, ya entrada la nueva década, con Grecia. En 2001, las perspectivas de la empresa resultaban tan atractivas que La Caixa y Banco de Sabadell decidieron entrar a formar parte del accionariado como socios financieros. Parecía que nada se le resistía al gigante de la bollería. En 2004, Panrico entró en el mercado de productos de bollería congelados.
Al año siguiente, en pleno ciclo expansivo de la economía española, varios fondos de inversión empezaron a interesarse por la empresa. Finalmente, fue el fondo de capital riesgo Apax Partners el que se hizo con Panrico por cerca de 900 millones de euros. Los nuevos dueños se marcaron varios planes, entre ellos la salida a bolsa en menos de tres años. Apax empieza a reestructurar la compañía de donuts vendiendo las fábricas de Grecia y de China para centrarse, exclusivamente, en el mercado nacional. La intención era duplicar su facturación en cinco años (en 2005 era de aproximadamente 500 millones de euros). Sin embargo, ninguno de estos planes se han cumplido y la situación ha llegado al punto de tener que entrar en los juzgados para asegurar su viabilidad.
¿Cuándo se torció Panrico?
Desde la compra de Apax, la compañía se esforzó en reestructurar la empresa para poder seguir creciendo. En los años siguientes, Panrico se hizo con marcas míticas de productos de bollería española, como galletas Artiach, Chiquilín, o La Bella Easo.
Una de las decisiones más polémicas de los nuevos dueños se produjo en 2009 ,cuando se invirtieron más de 35 millones para cambiar el envoltorio tradicional de los Donuts y pasar a empaquetarlos de manera individual para reducir costes de desplazamiento y aumentar la duración del producto. Esta decisión fue un auténtico fracaso que obligaría, años más tarde, a volver al embalaje tradicional.
En esos años, la crisis financiera comenzó a lastrar el consumo. Como en muchas otras empresas, durante esos años las deudas, estimadas en unos 600 millones de euros, comenzaban a apretar demasiado los balances con la concesión de crédito prácticamente estancada. En 2010, la situación llegó al punto de que la banca acreedora tomó el control de Panrico.
Un año más tarde, el fondo de inversión Oaktree se hizo con el 80% de las acciones de la empresa de bollería para intentar reducir su deuda y solucionar sus problemas financieros. Durante el proceso, los acreedores aceptaron importantes quitas. Pese a esa reducción de costes, la situación de Panrico no mejoraba.
En los últimos cuatro años, la compañía acumula unas pérdidas de más de 700 millones de euros. El aumento de la demanda de productos de marca blanca es una de las causas que achacan algunos expertos a la caída en la facturación de Panrico. El producto estrella de la compañía, el Donuts, tiene con las marcas blancas un diferencial de precios que en algunas ocasiones llega a ser del 200%, por lo que la compañía ha perdido cuota de mercado a favor de estas marcas de distribución, según explicaron fuentes del sector a Efe.
En 2012, Oaktree devolvió a los Donuts su envoltorio tradicional como una de las medidas para atajar los problemas y aumentar las ventas, recuperando la imagen tradicional de producto fresco de Panrico.
La decisión de envasar individualmente este tipo de bollo fue percibida por los clientes como un cambio en la marca que abandonaba el producto fresco para convertirse en un producto de bollería industrial más. De hecho, la caída más importante de las ventas de estos productos se produjo en las cafeterías y bares donde se comercializaban cada día estos productos frescos.
Huelga indefinida
Las deudas llevaron a la compañía, con más de 4.000 empleados, a suspender las nóminas de septiembre para poder hacer frente al pago de proveedores y continuar así con su actividad. Además de esta medida, la compañía anunció recientemente su intención de despedir a más de 1.900 trabajadores hasta junio de 2015 en el marco del plan de viabilidad que se han marcado.
En concreto, la empresa ha presentado a los sindicatos un plan que supone la salida, desde ahora y hasta 2015, de un total de 756 trabajadores en fábrica, 483 técnicos en venta, 600 autónomos y 75 altos cargos. Más de 1.900 empleados de la plantilla de 4.000 trabajadores que tiene la empresa. A estos despidos hay que unirle la reducción salarial de entre el 35% y el 45% de los trabajadores que permanezcan en nómina.
En este contexto, los sindicatos han convocado este miércoles una huelga indefinida a partir del 13 de octubre en todos los centros que la empresa tiene en España para reclamar el cobro de la nómina de septiembre ante la presentación el martes del preconcurso de acreedores. Según fuentes sindicales, Panrico debe a los trabajadores, aproximadamente, 5 millones de euros.