Los sindicatos pierden popularidad en los países desarrollados. La sindicalización de los trabajadores en los países de la OCDE alcanzó un promedio del 17,5% en 2011, según un estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Este dato supone una caída del grado de afiliación en la última década, ya que en el año 2001 la cifra media de la OCDE todavía llegaba a casi un 20%. En el caso de España, la afiliación sindical alcanzó una tasa del 15,9%, similar a la registrada hace una década, pero una de las más bajas de la OCDE.
Los países con las mayores cifras de afiliación sindical son los nórdicos de Europa. En el grupo de cabeza destaca Islandia con un grado de sindicalización cercano al 80%, figurando a continuación Finlandia (70,0%), Dinamarca (68,8%) y Suecia (67,7%).
Noruega y Bélgica cuentan más de un 50% de afiliación, mientras que Luxemburgo, Irlanda e Italia rondan cifras en torno al 30%. Canadá y Austria superan el 28%, al tiempo que el Reino Unido y Eslovenia están por encima del 25%. El grado de sindicalización baja a un 19,3% en Portugal, un 18,6% en Japón, un 18,5% en Alemania y un 18,2% en los Países Bajos. Australia y Suiza superan levemente el promedio de la OCDE.
Sin embargo, doce países se quedan por debajo de la media, como España con el 15,9%. Por debajo de este dato sólo figuran Polonia, Estonia y Francia.