La patronal cementera Oficemen ha advertido al Ministerio de Industria de que el incremento de los precios de la electricidad que supondrá para el sector la reforma energética puede "conllevar cierres, deslocalizaciones y el inminente replanteamiento de la inversiones de esta industria en España".
En una carta remitida al titular de Industria, José Manuel Soria, el presidente de Oficemen, Isidoro Miranda, indica que "la pérdida de prestación del servicio de interrumpibilidad y el consiguiente incremento del precio final eléctrico significará para el sector cementero perder casi en su totalidad el mercado de exportación".
"De implantarse la reforma tal y como está anunciada, el cemento español desaparecerá de la mayoría de los mercados en los que hoy, con gran esfuerzo, compite", señala la asociación de fabricantes de cemento.
Ello supondría un "serio revés para el motor de la exportación, que está colaborando para sacar al país de la profunda crisis", señala al respecto.
Oficemen recuerda el "gran esfuerzo" que la industria cementera ha hecho en los últimos tres años para exportar más de seis millones de toneladas de cemento a 36 países con el fin de "amortiguar parcialmente" la crisis del sector de la construcción en el país.
CCOO y UGT, a través de sus correspondientes federaciones, se han sumado a la patronal a la hora de manifestar por la reforma energética.
Así, en un comunicado conjunto, MCA-UGT asegura echar en "una política energética que apoye a la industria en general y al sector cementero en particular". "Los trabajadores del sector están haciendo importantes sacrificios para asegurar la viabilidad de la industria cementera y la reforma eléctrica puede dar al traste con todos estos esfuerzos", aseguró su secretario general de MCA-UGT, Manuel Fernández.
En el mismo sentido, el secretario general de FECOMA-CCOO, Vicente Sánchez, ha advertido al Gobierno de que "si se quiere hablar en serio del futuro, la industria cementera necesitará unos costes eléctricos similares a los que tienen otros países de nuestro entorno". "La reforma planteada lastrará la competitividad del sector cementero cuando, ahora más que nunca, necesita salir al exterior para paliar la escasa demanda interna", añadió.