El Estado registró un déficit de 45.133 millones de euros en los siete primeros meses del año en términos de Contabilidad Nacional, el 4,38% del PIB, según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
De esta forma, el Gobierno ha superado ya el límite fijado para todo el año (3,8%), aunque es normal que el saldo negativo de la Administración Central suba a mitad de año y se contenga en los últimos meses del ejercicio.
La cifra supone un descenso del 3,2% en comparación con el mismo periodo del año pasado, pero un incremento del 12,8% si se compara con la cifra registrada hasta junio, que rondó los 40.000 millones. El resultado del déficit registrado hasta julio se debe a unos ingresos que alcanzaron los 60.685 millones de euros (+13,6%) y unos gastos de 105.818 millones de euros, un 5,7% más.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos cuando realmente se producen, el déficit del Estado se situó en 35.774 millones de euros, el 3,47% del PIB.
Los ingresos totales no financieros del Estado hasta julio ascendieron a 107.957 millones de euros, un 3,1% menos que en igual periodo del año anterior, mientras que los pagos no financieros se situaron en 103.482 millones, un 4,4% más.
El IRPF cae un 5,9%
Por su parte, los ingresos directos y cotizaciones sociales alcanzaron los 50.304 millones, lo que representa un descenso del 5,9%. Dentro de esta partida, destaca la recaudación por el IRPF, que se situó en 43.605 millones y cayó un 3,1%, aunque, en términos homogéneos (corregido el diferente ritmo de las devoluciones) bajó un 2%.
Según Hacienda, los ingresos de IRPF recogen la totalidad de los ingresos de la Campaña de la Renta, que registraron un crecimiento del 10,5%, mientras que las retenciones del trabajo y del capital mobiliario descendieron un 2,1% y un 16,3%, respectivamente.
En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, su recaudación en los siete primeros meses del año alcanzó los 4.101 millones, lo que refleja un descenso del 30,4% respecto al mismo periodo del año anterior, como consecuencia del aumento de las devoluciones realizadas a principios de año y el pago de devoluciones de ejercicios anteriores derivadas de recursos judiciales. Eliminada esta distorsión, los ingresos homogéneos por este impuesto cayeron un 2,5%.
SUBE EL IVA UN 8%
De su lado, la recaudación del Estado por impuestos indirectos, con 45.053 millones, registró un aumento del 6,7%. El IVA alcanzó unos ingresos de 32.473 millones, registrando así un incremento del 8% por la subida de tipos y la menor caída del gasto final sujeto al impuesto. En términos homogéneos, es decir, ajustado el distinto ritmo de realización de las devoluciones, pasa a aumentar un 11,1%.
Respecto a los impuestos especiales, sus ingresos alcanzaron los 11.016 millones de euros, cifra superior en un 5,4% a la del año pasado. Destacan el descenso del 1,8% del impuesto sobre las labores del tabaco (hasta los 3.961 millones) y el aumento del 12,2% del tributo sobre hidrocarburos (hasta 5.641 millones).
AUMENTAN LOS PAGOS
Por el lado de los gastos, los pagos no financieros efectuados por el Estado se situaron en 103.482 millones de euros, un 4,4% más. En este resultado han influido los mayores gastos financieros y la transferencias de capital.
Así, los gastos financieros ascendieron a 21.921 millones, un 9,4% más, mientras que las transferencias acumularon 2.503 millones, un 8,1% más. También subieron los gastos corrientes en bienes y servicios (+2,8%), las transferencias corrientes (+3,6%) y los gastos de personal (+1,1%), aunque bajaron las inversiones reales (-0,9%).
Dentro de los gastos de personal, que se situaron en 15.900 millones de euros, destaca el aumento del 5,7% de las prestaciones sociales, ya que los sueldos y salarios bajaron un 2,1% y las cotizaciones se redujeron un 1,5%.