La Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) se ha sumado al Bloque Nacionalista Galego (BNG) y ha registrado en el Congreso una proposición no de ley para su debate en la Comisión de Economía, en la que exige al Gobierno que paralice la venta de NCG Banco y lo mantenga como entidad financiera pública destinada a promover el crédito y a fomentar una actividad productiva sostenible.
Así consta en el texto, recogido por Europa Press, que firma el portavoz económico de la coalición, Alberto Garzón, quien critica que "la operación de robo del ahorro gallego se quiere consumar cerrando cualquier posibilidad de dotar (a la región) de una herramienta financiera pública, capaz de producir lo que el mercado capitalista no es capaz: crédito para desarrollar una estrategia de planificación económica contracíclica que suministre un cambio de modelo productivo".
Además, el diputado malagueño reclama una "reflexión crítica" sobre un proceso que "acabará cos los restos de las cajas de ahorro gallegas" cuando lo "urgente" es "repensar" el futuro de NCG Banco y "resolver la devolución íntegra del dinero a las personas afectadas por la estafa" de las participaciones preferentes y la deuda subordinada.
Prisas injustificadas
Por eso, la decisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), anunciada el pasado 1 de julio, de acelerar el proceso de venta de NCG para que pueda realizarse antes de que concluya el ejercicio -"posiblemente entre septiembre y octubre"-, responde a juicio de Garzón a unas prisas injustificadas y que "no son aceptables" dado que el plazo máximo fijado por ley se prolonga hasta 2017.
"Las urgencias por vender NCG Banco suponen cambiar lo previsto", continúa, en referencia a las palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos, quien a finales de junio aseguró que se estudiarán todas las alternativas de venta y se analizaría el "mejor momento" para la operación, señalando que no hay "por qué correr" y defendiendo que el objetivo principal es recuperar el máximo posible de los 9.000 millones de euros de recursos públicos invertidos en la entidad.
Sin embargo, un mes después, durante una comparecencia parlamentaria, De Guindos reconoció que la situación "muy saneada" de NCG permitiría que su privatización se llevara a cabo en septiembre u octubre, y avanzó que el FROB cuenta ya con un asesor para analizar el proceso. De hecho, ya a principios del verano se contrató al banco de inversión BNP Paribas para analizar los balances de la entidad gallea e identificar las contingencias que más pueden preocupar a un potenciar comprador (morosidad, activos fiscales diferidos o acuerdos de banca de seguros, entre otros), cuantificarlas y proponer fórmulas para minimizar su impacto negativo en el proceso de desinversión, con el objetivo último de evitar una subasta fallida.
"Después de un brutal despilfarro de dinero público, el FROB se apresura a acelerar la venta de NCG Banco a pesar de las enormes incertidumbres tanto sobre el valor de la entidad cuanto sobre los plazos de la operación. Las urgencias por vender suponen cambiar lo previsto, y para ello se van a contratar dos bancos para recontar los agujeros de la entidad, actuación que va a ser generosamente pagada como ya lo había sido el informe encargado a McKinsey y Normura, que ya costara 350.000 euros. Improvisación y despilfarro al servicio de una política fallida y criminal. Entendemos que no son aceptables estas prisas", critica Alberto Garzón.
Coincide con el BNG
Unas críticas y reticencias que coinciden con las expresadas por los nacionalistas gallegos, que antes del parón veraniego en la actividad parlamentaria también registraron en la Cámara Baja una proposición no de ley instando a la paralización del proceso de venta para convertir NCG en un banco público gallego con vocación de permanencia en la Comunidad autónoma. NCG será la primera entidad en salir a la venta, debido al interés que ha generado entre compradores nacionales e internacionales, según justifica el FROB, precisando que será el Banco de España el que finalmente determine qué entidad se convierte en el comprador definitivo.
Así, el primer paso será el informe de BNP, que determinará si se incluyen medidas de apoyo financiero a los adquirientes, como la creación de un Esquema de Protección de Activos (EPA) u otras garantías; y que estimará también el impacto en el capital del proceso de gestión de híbridos y el arbitraje de preferentes, así como la eliminación de las cláusulas suelo. En cualquier caso, el Fondo de Reestructuración no prevé que sean necesarias nuevas ayudas públicas.
Con toda esta información, se abrirá un diálogo "lo más productivo posible" con los potenciales compradores aunque "no habrá una solución negociada" para la venta sino que los interesados irán a una subasta. Si el FROB constatara que las muestras de interés no se concretan, se anulará el procedimiento antes de iniciarlo. Antes, está previsto que concluya el proceso de venta de EVO Banco -la marca con la que NCG Banco opera fuera de Galicia, Asturias y León-, que está mucho más avanzada y podría concluir este mismo mes. Por su parte, la Unidad de Gestión de Activos Singulares (UGAS) de la entidad -una especie de 'banco malo'- se incluirá finalmente en la subasta de NCG en vez de venderla por separado como se preveía inicialmente.