El déficit real de la Generalidad de Cataluña ascendió en 2012 al 2,17%, dos décimas por encima del 1,96% indicado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en febrero y que ya suponía rebasar ampliamente el 1,5% exigido a todas las comunidades el año pasado, han confirmado a Europa Press fuentes de la Consejería de Economía y Conocimiento.
Esta última cifra del 2,17% se extrae de la última revisión del déficit que ha realizado la Intervención General de la Administración del Estado, y el plan de equilibrio económico y financiero del Gobierno, aprobado este miércoles en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) incorpora este nuevo dato, según publica este viernes el diario Ara.
Cada décima supone un ajuste aproximado de unos 200 millones de euros, y las mismas fuentes han explicado que el nuevo dato responde a un "ajuste contable" dentro de la normalidad, y han añadido que no afectará a las anualidades de 2013 -se trabaja con una prórroga presupuestaria restrictiva- ni a 2014.
El informe destaca que en los últimos dos años el gasto público de la Generalidad ha disminuido un 15,7%, y se ha pasado de un déficit del 4,75% del PIB catalán en 2010 al 2,17% el año pasado. Cataluña cuenta con un objetivo de déficit del 1,58% para 2013, lo que, según explicó el consejero Andreu Mas-Colell este jueves, comportará unos recortes de entre 2.000 y 2.600 millones de euros.
Mantendrá el gasto público
El objetivo del Gobierno catalán es mantener el gasto en 2014 en el mismo nivel de este año, pese a que el objetivo de déficit del año que viene para todas las comunidades será del 1%. "Nos enfrentamos a un panorama en 2014 en que por una parte nos dicen que el déficit debe pasar del 1,58% al 1%, lo que quiere decir 1.200 millones de ajuste como mínimo y además tenemos 500 millones menos de ingresos", explicó el consejero, y añadió que contar con 1.700 millones menos es inasumible.
Para conseguir ingresos y mantener el nivel de gasto, el Gobierno catalán cuenta, según Mas-Colell, con diversas vías, entre las que destacan reclamar al Estado la deuda pendiente procedente de la Disposición Adicional Tercera del Estatuto y un nuevo modelo de financiación, que tendría que estar operativo en 2014. Asimismo, apostó por mantener una política imaginativa de generación de recursos internos, que sería una segunda vía si no dan sus frutos las reclamaciones al Estado.