Ni a favor del déficit diferenciado, ni en contra. Ferraz no se ha querido mojar en la posición que debía adoptar Montoro o en lo que ellos habrían hecho si estuviesen en su lugar. Haberse posicionado a un lado u al otro, habría sido sinónimo de dar la espalda a una de las dos comunidades en la que gobiernan: Asturias y Andalucía.
"El Gobierno debe dar una solución acordada en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, escuchando a todas las comunidades", ha asegurado la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, pasando así la patata caliente a Montoro y evitando más recomendaciones, propuestas o sugerencias al titular de Hacienda.
La federación andaluza y la asturiana han acudido a la reunión con posiciones encontradas, cada una en un extremo. Andalucía ha sido partidaria del déficit diferenciado. Asturias no. Ambos han contado con el respaldo de la oposición y de socios de Gobierno, el PP e IU en el caso andaluz, el PP, FORO, IU y UPyD en el caso asturiano. "No hay acuerdo tampoco en las comunidades del PP", ha expresado Valenciano a la salida de la Comisión Ejecutiva Nacional del PSOE para escudarse así de las diferencias entre las dos regiones.
La consejera andaluza de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, ha defendido un déficit diferenciado. "Cada décima representa 145 millones de euros para Andalucía y los andaluces", ha remarcado horas del Consejo, el coordinador de la Interparlamentaria del PSOE-A, Miguel Ángel Heredia. El número dos de los socialistas andaluces, Mario Jiménez, también había pedido que no hubiese "café para todos", sino tener en cuenta las "pecularidades económicas y financieras de cada comunidad".
Por su parte, la homóloga de Aguayo en Asturias, Dolores Carcedo, había asegurado que sería "beligerante" y ya anticipaba que lo aprobado este miércoles es "profundamente injusto y erróneo".
Finalmente, Andalucía tendrá un 1,58 y Asturias un 1,06%