Los ministros de Exteriores de la Unión Europea se reunieron en Palma de Mallorca para avanzar en los mecanismos de integración fiscal, bancaria y política. Al encuentro también asistió Mariano Rajoy, que centró en la política comunitaria su discurso: "Debemos dar el salto de la teoría a los hechos, de las musas al teatro", emplazó a los presentes.
El jefe del Gobierno pronunció un discurso al uso: "Europa le ha pedido a España reformas y España está haciendo reformas" pero "si cada uno en su país hace lo que tiene que hacer", también Bruselas tiene que avanzar en sus cometidos, reflexionó. "Todos tenemos que hacerlo en el ámbito de nuestras responsabilidades", enfatizó en una larga intervención en la que desgranó las claves de su política exterior.
Previamente tomó la palabra Guido Westerwelle, ministro de Exteriores de Alemania. En un perfecto español, aseguró ante Rajoy y sus homólogos que "estamos todos en un mismo barco". Esto es, "necesitamos y queremos Europa".
En ningún caso, Rajoy se refirió al caso Bárcenas o se rearfirmó en su puesto como hizo el pasado lunes; únicamente se limitó a recalcar que es en las elecciones donde se legitima a los gobiernos. "Todos sabemos que la democracia europea emana de la cultura democrática de los países que la integran, y es en las elecciones democráticas donde los pueblos legitiman a sus representantes para ejercer las responsabilidades de gobierno", fueron sus palabras, en su intento de transmitir una imagen de tranquilidad. A la entrada de la cumbre, un reducido grupo de personas le increpó al grito de "dimisión".