"No estamos saliendo" de la crisis. Eso sí, "tampoco estamos empeorando". "Estamos en stand-by". Éste es el diagnóstico de Juan Rubio y Michele Boldrin, profesores de las universidades de Duke y Washington University respectivamente y los dos expertos de Fedea que este jueves presentaban en Madrid el estudio del instituto "¿Estamos saliendo de la crisis? Evolución de la coyuntura reciente y la agenda de reformas pendiente".
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) es probablemente el think-tank que más presencia ha tenido en los medios en los últimos años. Este jueves, el objetivo era medir la evolución económica actual y la magnitud de esos nuevos brotes verdes que parecen aparecer en los últimos meses y que han llevado al Gobierno a decir que hemos dejado atrás la recesión: "La recuperación es una pequeña flor de invernadero que hay que cuidar".
Según el indicador de actividad de Fedea (un índice que mezcla datos de ocho estadísticas diferentes, desde el PIB a la actividad industrial o la afiliación a la Seguridad Social) todo depende de las expectativas de cada uno. Podría decirse que la economía española ha detenido la caída, pero no se ve un rebote en el corto plazo: "La sangría se ha parado. Pero no hay síntomas de vuelta al crecimiento".
Los expertos de Fedea admiten que lo más normal es que a lo largo del segundo semestre volvamos a tasas positivas de crecimiento. Pero eso no quiere decir que se haya acabado la crisis, ni tampoco que estemos a salvo de todo peligro. "Estamos colgados de una cuerda que se puede volver a romper" en cualquier momento, han dicho. Como se ha repetido en numerosas ocasiones en los últimos años, la clave está en las reformas, si no se acometen, habrá que esperar a que "el resto del mundo crezca un 15%" y tire de nosotros.
El problema es que los políticos españoles, en muchas ocasiones, en cuanto han visto unos pocos datos positivos, han preferido retrasar reformas que podían ser impopulares o que podían tocar los intereses de determinados grupos de presión. Por eso, han pedido que no se caiga "en la complacencia": "Los gobiernos españoles están más preocupados por la suerte [mejoría internacional] que por el trabajo".
Asignaturas pendientes
¿Y qué reformas? Porque el Gobierno ha insinuado que los grandes cambios ya se han aprobado. Queda la reforma fiscal y apuntalar unidad de mercado o morosidad de las administraciones. Pero tanto en el terreno financiero como en el laboral, no hay que esperar importantes novedades.
Rubio y Boldrin han apuntado algunas asignaturas pendientes de la economía española: una reforma laboral que avance en el camino del "contrato único" y cambie "la locura" de los convenios colectivos y priorice los de empresa. Boldrin también ha pedido un nuevo "subsidio del paro", que introduzca "mecanismos efectivos de movilidad y formación" (es decir, exigir una búsqueda activa a cambio del cobro de la prestación).
Pero si hay un problema que preocupa a Fedea es el de las cuentas públicas, que siguen siendo "una losa" para la recuperación. "No hemos hecho nada desde 2007", aseguraba Rubio. Y este año, no parece que eso vaya a cambiar. De hecho, su pronóstico es que "va a ser muy difícil cumplir con los objetivos de déficit" si no se congelan las pensiones o se vuelve a suprimir la extra de los funcionarios.
Según sus cálculos, teniendo en cuenta las cifras ya conocidas, para estar por debajo del límite pactado con la UE, el segundo semestre debería ser "igual de bueno" en términos recaudatorios que el de 2012. Pero el año pasado hubo subidas de impuestos (sobre todo IVA en septiembre) y recortes de gasto (congelación de pensiones y paga extra). Si no se tocan los tributos, y el Gobierno asegura que no lo hará, habrá que hacer algo con el gasto, creen en Fedea.
El reto
En cualquier caso, más allá de los ajustes coyunturales para cumplir con la cifra este año, Rubio y Boldrin han apuntado a la reforma fiscal como el gran reto que tiene por delante el Gobierno para equilibrar las cuentas públicas: "Este país tiene una composición de impuestos de locura. Son tributos absurdos que gravan sobre todo a la renta laboral cualificada".
La solución es cambiar por completo un sistema tributario en el que conviven los impuestos con los tipos más altos de Europa junto con una recaudación varios puntos por debajo de la media de la UE. Rubio cree que el principal problema de las cuentas públicas españolas es de ingresos, no de gastos, pero eso no implica que se deba buscar una subida de impuestos sin más: "Cualquier reforma que no implique bajar tipos y eliminar deducciones es un sinsentido". Además, recuerdan, no es sólo cuestión de cambiar los tributos, sino también de replantearse el "reparto", esto es, la financiación autonómica, un aspecto en el que Boldrin ha pedido avanzar hacia una solución "a la alemana", que implique más "federalismo fiscal".
El problema es que hasta ahora no se ha avanzado en este camino. O se han quitado deducciones sin bajar tipos (lo que supone simplemente una subida de impuestos) o aún peor, se han subido los tipos: "Llevamos seis años con un problema de déficit público sin hacer nada. Y las reformas han sido contraproducentes, subiendo marginales y machacando el trabajo".
Ahora, el Gobierno ha anunciado la creación de una comisión de expertos para estudiar una reforma fiscal en profundidad. La clave no sólo reside en lo que estos sabios presenten, sino en lo que luego se apruebe y se aplique.
Las frases
- Sobre el final de la crisis: "La sangría se ha parado. De ahí a que la flor cuaje, estamos lejos. Queda mucho camino por recorrer. Dudo de que vayamos a tener un crecimiento sostenido".
- Bancos y cajas: "La mitad del sistema crediticio sigue en estado moribundo. Está en coma, probablemente no muera, pero será difícil recuperarlo".
- Vuelta al crecimiento: "Estamos colgados de una cuerda que se puede volver a romper. Los gobiernos están más preocupados por la fuerte que por el trabajo".
- Sobre la deuda pública: "Las cuentas de las AAPP son una losa desde el comienzo de la crisis. Y no están mejorando. España sigue añadiendo seis puntos de PIB a la deuda. Esto se paga luego durante décadas".
- Sobre el gasto y el déficit: "Llevamos seis años con un problema de déficit público sin hacer nada. Las reformas fiscales han sido contraproducentes".
- Sobre los impuestos: "Es un sistema absurdo, con una composición de impuestos de locura, que penaliza a la renta laboral cualificada. El problema es de ingresos pero no de tipos, que son muy altos. Si queremos un Estado del Bienestar igual al de otros países de la UE no se puede bajar mucho el gasto público. Una buena reforma fiscal es una condición necesaria para la recuperación. Si todo se hace bien (reforma fiscal, pensiones, laboral,...) sentaría las bases para el crecimiento. La lentitud es desesperante".
- Reforma laboral: "Probablemente se tenía que haber ido más allá en materia de contrato único. Los convenios son de locura. Hay que cambiar el subsidio del paro. No hay ningún mecanismo efectivo de movilidad y formación. ¿Quieres ser generoso como los escandinavos? Perfecto, pero entonces obliga a buscar trabajo y si sale un empleo a 250 kilómetros, pues se coge. España gasta un 3% del PIB en unas prestaciones ultragenerosas, sin formación ni políticas de vuelta al empleo".