El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a casi todo para intentar que fluya el crédito. El BCE anunció este jueves que va a aceptar como garantía en sus operaciones de crédito bonos de titulización de deuda (ABS) con la calificación crediticia de "A" simple de dos agencias en vez de la triple "A" exigida hasta ahora para facilitar el crédito a las pymes. Hay que recordar que estos bonos fueron los productos que desencadenaron la crisis financiera y la quiebra de Lehman Brothers.
El BCE ha rebajado también el recorte de valor que aplica a los bonos de titulización de deuda, por lo que relaja las condiciones para prestar dinero, en la revisión que realiza cada dos años de las medidas de control de riesgo.
La entidad monetaria asegura que se ha producido una mejora de la transparencia y estandarización de estos productos. Además, el BCE investigará cómo catalizar las iniciativas recientes de las instituciones europeas para mejorar las condiciones de financiación de las pymes.
Al mismo tiempo, "la lista de garantías aceptadas bajo el sistema de activos de garantía del Eurosistema permanente se ampliará", dijo el BCE en un comunicado. La entidad monetaria aseguró que las medidas adoptadas en su conjunto van a tener "un efecto neutral en la cantidad de activos de garantía disponible".
Endurecer las hipotecas
El BCE decidió endurecer las medidas de control de riesgo de bonos garantizados (cédulas hipotecarias y territoriales) para tener en cuenta el riesgo adicional que resulta de que el propio emisor use estos valores. El BCE aplicará un recorte del 10 % a los bonos de titulización de deuda, frente al 16 % anterior.
Además, el BCE ha reducido el recorte a la deuda soberana que los bancos usan como activo de garantía para refinanciarse en el caso de que tengan una calificación de crédito de al menos "A-".
Sin embargo, ha incrementado el recorte del valor de la deuda soberana con calificación de BBB+ hasta BBB- en muchas categorías y vencimientos. La entidad monetaria también ha ajustado los criterios de aceptación y los recortes aplicados a activos de crédito puestos en común y ciertos tipos de activos de crédito adicionales.
El BCE elevó en algunos momentos de la crisis financiera y de endeudamiento soberano el recorte de los activos de calidad más baja que aceptaba como garantías para prestar dinero a los bancos comerciales para evitar el uso de activos de menos calidad como garantía