El aeródromo de El Álamo será la próxima gran infraestructura de la Comunidad de Madrid (CAM). Estará en funcionamiento en 2017, como muy tarde, y supondrá generar unos 15.000 empleos, entre directos e indirectos, durante su construcción, que se iniciará en 2015. Una vez en marcha se piensa que puede crear otros 6.000 puestos de trabajo, que llegarían a ser 10.000 cuando funcione a plena capacidad.
La inversión será de alrededor de 230 millones de euros y lo mejor es que no supondrá coste alguno para los contribuyentes: el desembolso lo realizará la empresa que resulte concesionaria de la gestión de la instalación, que una vez haya construido el aeródromo podrá hacerse cargo de él por unos cuarenta años.
No es un aeropuerto
El proyecto ha sido presentado a la prensa este martes por los consejeros de Transportes, Pablo Cavero; y Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, que han puesto especial énfasis en diferenciar entre lo que es un aeropuerto, destinado a dar cobertura a la aviación comercial, y un aeródromo, cuyo fin es acoger otro tipo de aeronaves: las de las escuelas de vuelo, aparatos destinados a tareas como la lucha contra el fuego o los trabajos agrícolas y también la denominada "aviación ejecutiva", es decir, los jets privados.
No se trata, por tanto, de una infraestructura que vaya a ser competencia de Barajas, sino que absorberá los vuelos que actualmente parten del aeródromo de Cuatro Vientos, cuyo cierre está previsto, y los vuelos privados a los que actualmente sí da servicio Barajas en virtud de una concesión que acabará en el año 2018.
En conjunto, se estima una operación de al menos 50.000 vuelos anuales, que es el resultado de sumar el tráfico que actualmente tienen Cuatro Vientos y la parte de aviación ejecutiva que, como decimos, a día de hoy se gestiona en Barajas. No obstante, los responsables del gobierno de Ignacio González se han mostrado convencidos de que en un entorno en el que la crisis económica se haya superado el número de operaciones crecerá y el aeródromo podrá llegar a los 100.000 vuelos.
En el suroeste de la comunidad
El nuevo aeródromo estará en el suroeste de la región, entre los municipios de El Álamo y Navalcarnero. La ubicación ha sido cuidadosamente elegida y ofrece una serie importante de ventajas: desde el acceso cercano a infraestructuras de comunicación como la R5 hasta la ausencia de núcleos urbanos para los que el vuelo de las aeronaves pueda suponer problemas de seguridad o contaminación acústica, pasando por el hecho de no afectar a ninguna zona de alto valor natural.
No obstante, en una área de 15 kilómetros alrededor de donde se ubicará aeródromo viven unos 540.000 madrileños para los que la nueva infraestructura puede suponer un importante revulsivo económico.
Además, pese a encontrarse en una zona un tanto apartada del territorio de la CAM, sólo está a 30 kilómetros de la capital y, gracias a la presencia de vías rápidas, se estima que llegar al centro de Madrid desde el aeródromo sólo supondría unos 20 minutos.
Dos pistas, torre…
Pese a estar destinado a avionetas y pequeños aviones el aeródromo de El Álamo será una infraestructura completa con muchos de los elementos que reconocemos en un aeropuerto: torre de control, edificio terminal, hangares, edificios de servicios…
Tendrá además dos pistas: una de mil metros de longitud para las avionetas y otra, que en un principio será de 2.000 metros pero que podría ampliarse a 2.600 más adelante, destinada a los jets privados.
Por supuesto, todo el equipamiento en diversas materias, y especialmente en lo relacionado con la seguridad, será de última generación, de forma que se podrá garantizar tanto la operación nocturna como en condiciones de baja visibilidad, cosa que actualmente no ocurre con el de Cuatro Vientos.
Experiencias europeas
En su presentación ante los medios de comunicación los responsables de la CAM han mostrado ejemplos de infraestructuras similares en Europa, citando especialmente el aeródromo de Le Bourget, en París, que opera unos 60.000 vuelos anuales y genera 7.000 empleos.
El de Farnborough, en Londres, tiene por su parte una actividad de alrededor de 30.000 vuelos y genera 4.000 puestos de trabajo. En España, por el momento, no hay ningún aeródromo que pueda compararse a lo que será el de El Álamo.