La Comisión Europea (CE) decidió este martes responder con cautela a las prácticas de comercio desleal llevadas a cabo por China en el sector de los paneles solares, con la imposición de un arancel temporal a las importaciones de estos productos a la UE, que elevará en dos meses si no hay avances.
El gesto de Bruselas pretende lanzar una señal a Pekín para encontrar un compromiso que ponga fin a esta disputa y evite una guerra comercial entre ambos socios, a la vez que busca proteger al sector europeo del "daño" causado por el dumping chino, en palabras del comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht.
La investigación abierta hace nueve meses por Bruselas a raíz de una denuncia anticompetencia -la mayor recibida por la CE hasta la fecha- de la industria europea ha confirmado que las importaciones chinas se venden en la UE con un precio del 88% por debajo del coste real de su producción, de acuerdo con el comisario belga. "Sí, las compañías chinas están haciendo dumping con sus paneles solares con precios demasiado bajos en Europa", dijo.
Esta competencia desleal ha permitido a los paneles solares chinos acaparar el 80% del mercado, dejando al sector europeo en una situación muy delicada, según el Ejecutivo comunitario.
En respuesta, la CE propone imponer un arancel del 11,8% a estos productos, que se elevará hasta el 47,6% en dos meses si no hay avances con China.
"Esto no es proteccionismo. Más bien se trata de asegurar que las reglas del comercio internacional también se aplican a las empresas chinas, al igual que se nos aplican a nosotros", aseguró De Gucht, quien explicó que el 47,6% es equivalente al "daño" sufrido por el sector europeo debido a las prácticas desleales.
Oposición de Alemania
Pese a la claridad del análisis, que aún continuará seis meses más, Bruselas ha optado por dar una respuesta prudente que evite aumentar la tensión con Pekín.
También pesa la oposición mostrada por varios Estados comunitarios, entre ellos Alemania, a que se apliquen penalizaciones a los productos chinos, bajo argumentos como la defensa del libre comercio sin las distorsiones que causan los aranceles o a favor de unos paneles solares baratos y competitivos.
"La CE ha actuado en su papel de defensor independiente de la industria europea de cara a prácticas injustas extranjeras", recordó De Gucht, quien consideró la medida de Bruselas como "legal y equilibrada".
"Esta es una oferta única a los chinos para dar un claro incentivo para negociar, pero la pelota está ahora en el tejado chino", afirmó, y abogó por alcanzar una "solución amistosa".
¿Guerra comercial en ciernes?
Pero lo que más preocupa en la UE son las posibles represalias de China, país que ha presentado en el último mes dos quejas contra varias empresas europeas, entre ellas del sector químico, por supuestas prácticas comerciales desleales.
"La CE abre la mano para evitar una guerra comercial sin cuartel. Es una oferta justa hecha en un espíritu de compañerismo", afirmó por su parte el portavoz del Partido Popular Europeo (PPE) en la Comisión de Comercio Internacional, Daniel Caspary. El eurodiputado consideró que ahora Pekín debe demostrar que toma "las medidas necesarias" para evitar prácticas desleales.
Satisfacción de la industria europea
La industria europea, por su parte, ha mostrado su satisfacción por el anuncio de la CE. "Estamos aliviados porque la Comisión Europea haya introducido finalmente medidas concretas contra el dumping de China, que ya ha costado miles de puestos de trabajo y más de 60 cierres de fábricas en la industria de paneles solares europea", afirmó la asociación industrial EU ProSun, que representa a más de 20 compañías europeas y que aglutina más del 25% de la fabricación de estos productos en la UE.
Fue esta asociación la que presentó ante la CE la demanda contra los paneles solares y los componentes aparejados (células o módulos solares) chinos que originó la investigación.
En diciembre próximo, al término de la investigación, la CE deberá decidir si propone el establecimiento de sanciones permanentes contra las importaciones de paneles solares de China, una medida que deberá contar con el respaldo de los Veintisiete. En paralelo, la CE también está investigando los posibles subsidios que recibirían las importaciones de paneles solares chinos, estudio cuyo resultado se conocerá en torno al 6 de agosto, según indicó De Gucht.