Mientras Cristóbal Montoro endulza los objetivos de déficit autonómico para Cataluña, la Generalidad Catalana ya piensa cómo engullir el sobrante. "El gasto público es como una droga" dijo Jurgen Donges, y parece que su afirmación le viene como anillo al dedo a la administración de Mas.
Según publica este lunes el diario El Mundo, la Consejería de Economía de la Generalidad ha salido, discretamente, de road show por EEUU. Concretamente, una delegación, capitaneada por el consejero Andreu Mas-Colell, se reunió a finales de abril con inversores norteamericanos en Nueva York.
Las mejores condiciones del mercado, la relajación de la prima de riesgo española y la vuelta a la actividad de inversores en productos de riesgo empujaron a la administración catalana a buscar financiación para no tener que depender únicamente del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Fuentes conocedoras de la visita catalana a la Gran Manzana, destacaron que los cupones –interés exigido a cambio de financiación– que ofrecieron dichos inversores a cambio de bonos catalanes no fueron los esperados por la Generalidad ya que pidieron entre el 7% y el 7,5%, lo que ofrecía un diferencial de más de 200 puntos básicos con el cupón al que se financia el Tesoro Público y las normas impiden emitir bonos autonómicos con una diferencia superior a los 100 puntos básicos.
Además, con un rating dos escalones por debajo del bono basura, según Standard & Poor´s, la Generalidad es consciente de que va a tardar tiempo en poder financiarse de nuevo. No obstante, fuentes cercanas a la generalidad han confirmado a El Mundo, que el road show neoyorquino de Mas Colell respondía no sólo al deseo de adquirir independencia financiera del FLA, sino a los planes de financiar los 1.500 millones de euros adicionales que permitirá la relajación del objetivo de déficit por parte del Gobierno, con una emisión de bonos.
Las mismas fuentes advierten de que el consejero de Economía, no obstante, podría empezar a acudir a los mercados a partir del segundo semestre de este año.