Desde principios de año, casi 80 municipios de la cuenca del Segura están muy pendientes de la decisión que adopte el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, ya que el departamento de Miguel Arias Cañete pretende modificar la titularidad y gestión de la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT), un organismo autónomo que abastece de agua a 2,5 millones de habitantes en la Región de Murcia, sur de Alicante y dos municipios de Albacete.
En concreto, el Gobierno estudia fusionar Taibilla (dependiente de la Confederación Hidrográfica del Segura) con Acuamed (Aguas de las Cuencas Mediterráneas), la empresa pública encargada de gestionar las polémicas plantas desaladoras (16 en total) creadas en su día por la exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, después de que José Luis Rodríguez Zapatero decidiera paralizar el trasvase del Ebro durante su etapa de gobierno. La construcción de dichas desaladoras ha demostrado ser un fracaso.
Acuamed tiene grandes dificultades para vender el agua desalinizada debido a su elevado precio y al rechazo generalizado que muestran los regantes para su uso. Sus cuentas ponen de manifiesto el ruinoso negocio de las desaladoras: Acuamed arrastra un déficit permanente y su deuda se ha disparado de 23 a 326 millones desde 2008, tras asumir la gestión de las desaladoras. El propio Ministerio admite que su situación financiera es insostenible y, por ello, estudia fórmulas para equilibrar su patrimonio.
Canales del Taibilla, por el contrario, es una de las joyas de la corona del Ministerio, ya que se trata de un organismo autónomo saneado. En 2012, presentó un superávit presupuestario de 25,4 millones de euros. La razón de estos buenos resultados estriba en que la mayoría del agua que gestiona proviene de la cabecera del Tajo, cuyo precio es hasta tres veces más barato que la procedente de las desaladoras. Pese a ello, en los últimos años Taibilla ha tenido que subir el recibo del agua tras verse obligada a asumir un mayor caudal procedente de las desaladoras.
Sin embargo, lejos de corregir y eliminar el fiasco del agua desalada de Narbona, el Gobierno estudia la posibilidad de fusionar ambos entes para explotar de forma conjunta el abastecimiento de agua a la población en la cuenca del Segura mediante una sistema de funcionamiento compartido. Las autoridades de la zona, incluido el propio Gobierno de Murcia (PP) temen que la absorción de Canales del Taibilla sirva para sanear las deterioradas cuentas de Acuamed. La fórmula definitiva, cuyo estudio ha sido encargado a la propia Acuamed, pasa por fusionar ambas entidades e incluso por privatizar su gestión, pero, de una u otra forma, el objetivo último consiste en tratar de salvar las desaladoras a través del Canales del Taibilla, según temen las fuentes próximas al proceso consultadas por Libre Mercado.
Puesto que, en teoría, la Ley de Estabilidad Presupuestaria fuerza la desaparición de las empresas públicas deficitarias, la idea que baraja el Gobierno consiste en fusionar una entidad deficitaria con otra saneada para, en última instancia, facilitar su privatización o bien comercializar un mayor volumen de agua desalada en la cuenca del Segura, lo cual implicaría reducir el caudal procedente del Tajo, encareciendo el abastecimiento a hogares y explotaciones agrícolas. La idea, que sigue en fase de estudio, ha recibido el rechazo expreso de los regantes y las autoridades de Murcia y de Alicante.