Los smartphone están ganando cuota de mercado a pasos agigantados y cada vez hay más tarifas de datos y de voz adaptadas a estos dispositivos, además de las tarifas combinadas de ADSL, telefonía fija y móvil que están haciéndose un importante hueco en las últimas semanas. La tendencia, en todo caso, va hacia un mercado de telefonía totalmente plagado de teléfonos inteligentes, pero lo cierto es que existen todavía muchos clientes que no necesitan estos terminales tan avanzados, sino solo teléfonos móviles con los que poder enviar y recibir llamadas de voz.
Tradicionalmente, la mejor forma de pagar menos cuando solo queremos un móvil para hablar ocasionalmente es el modelo de prepago. Sin embargo, a medida que aumentan los minutos de conversación y el número de llamadas, este modelo puede resultar caro para muchos clientes. Hoy, las compañías de telefonía disponen de suficiente oferta para cubrir las necesidades de esas personas que solo desean hablar, teniendo además unos precios bastante competitivos para las conexiones ocasionales a Internet.
Ahora bien, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de pensar en una tarifa "solo para móvil"? Hay dos costes principales para cualquier llamada: el coste del establecimiento de llamada, y el coste por minuto. El más importante siempre es el del establecimiento de la llamada, puesto que es un coste fijo para el cliente, que no depende para nada de cómo se desarrolle la llamada. Cuantas más llamadas, más se encarecerá la factura, y de poco nos servirá que con la tarifa elegida el minuto nos salga a pocos céntimos de euro.
Tarifas como la Prepago de Pepehone, la Tarifa Pura de Simyo o la Tarifa JazzMovil 5 están pensadas para las personas que solo quieren enviar y recibir llamadas y SMS, y por eso no incluyen la conexión a internet. En el caso de la tarifa de Pepephone, sí es posible la conexión a demanda a la red de datos, que tiene un coste de 5 euros para los primeros 10 MB descargados, y un coste adicional de 3 céntimos por MB adicional. El caso de Jazztel es más restrictivo, pues no es posible la conexión a Internet en ningún caso, mientras que con Simyo el cliente pagará por lo que consuma a un precio de 0,8 céntimos el MB.
Otras tarifas interesantes solo para hablar son las que ofrece Orange, teniendo varias modalidades para elegir dependiendo de lo que se quiera hablar durante un mes. Estas tarifas son la Básico 6 y las tres modalidades de la tarifa León. En ellas se cobra por lo que se habla, o por los SMS enviados, y dependiendo del gasto mensual que estimemos, optaremos por una u otra. ¿Cómo saber qué tarifa es la que más nos conviene? La clave es calcular cuántos minutos hablamos mensualmente. Estas tarifas se basan en un consumo mínimo (de 17, 25 o 33 euros mensuales), y siempre que nos encontremos dentro de las condiciones de la oferta, llamaremos a 0 euros sin coste por establecimiento de llamada. Además estas tarifas vienen con 1000 SMS "de regalo", una opción muy interesante para los usuarios más activos con este tipo de mensajería.
En definitiva, sigue habiendo hueco para los clientes de telefonía que no desean, o no necesitan, navegar por internet o disponer de las últimas apps del mercado. Las claves para elegir la mejor tarifa de móvil son muy sencillas: debemos hacer el cálculo estimado de nuestro gasto mensual, tanto en número de llamadas como en SMS, tener presente los minutos que invertimos en las conversaciones y, una vez con esos datos en la mano, elegir el modelo que más nos convenga.
Además, muchas de estas tarifas no exigen periodo de permanencia, con lo cual disponemos de cierta flexibilidad en el caso de que cambien nuestros hábitos de consumo. Solo hay que estar atentos a la letra pequeña y considerar el posible gasto adicional que conllevaría el cambio de tarifa.
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